El sábado, en golf, está para moverse mucho y hacia arriba. El tópico es más que eso. Topicazo. Pero real al fin y al cabo. Digamos que la tercera ronda es la última posibilidad que tienen los más retrasados de abrir una vía hacia el triunfo, por improbable que sea, y asimismo ofrece una oportunidad casi definitiva a los mejor clasificados de marcar diferencias poco menos que insalvables para la mayoría.
EN DIRECTO: Tercera jornada del Open Championship
Sergio García (-1), por ejemplo, salía con esa misión. Cerrar una gran vuelta que lo acercara a la zona caliente. No lo iba a tener fácil, puesto que hoy el Royal Portrush se ha cebado con los más necesitados, ya que el viento ha soplado mucho más en las primeras horas de juego, complicando las posibilidades de remontada, mientras que la intensidad decrecía de modo patente precisamente cuando los últimos partidos iban subiéndose al tee del 1.
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No obstante, un inglés, Danny Willett (-7), ha demostrado que podía hacerse. El ganador del Masters de 2016, aquel que le puso la chaqueta a García un año después, salía desde idéntica posición en la tabla y, aunque la jornada no ha finalizado, en el momento de firmar su tarjeta se había situado en el corazón del top ten del torneo, ganando casi treinta posiciones y dejándose probablemente una posibilidad de triunfo.
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No se trata de echarle nada en cara al de Borriol, cuyo juego ha mejorado respecto al viernes, sino más bien de reconocerle a Willett el don de la oportunidad (y la excelencia de su juego) para agarrar el sábado por el cuello, jugando además la mitad de su ronda, hoyo arriba o abajo, en las condiciones más complicadas. El español ha cogido tantos o más en greenes en regulación que el inglés, pero las ha dejado por norma general algo más lejos y tampoco ha estado sublime en los greenes. Cuando estás lejos de la bandera, al menos necesitas esos dos puritos que calienten el partido y las intenciones, pero esto no deja de ser golf ficción.
La prueba definitiva que demuestra el caos de las predicciones
El castellonense terminaba cerrando una vuelta de PAR, mientras su compañero de partido, Branden Grace (+3) se iba hasta los 75 golpes. Mañana, las previsiones anuncian el efecto contrario. Todo muy democrático: las primeras horas de juego gozarán de unas condiciones mejores que los últimos partidos, sin que éstas sean muy buenas en ningún momento, puesto que parece que en las últimas horas de juego habrá rachas de viento muy potentes, en torno a los 55 kilómetros por hora. Sergio, por tanto, dispondría de una buena ocasión de ganar posiciones, siempre y cuando cumpla con la hoja de ruta adecuada.
