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Colin revive la carnicería de Shinnecock 14 años después…

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Colin Byrne, actual caddie de Rafa Cabrera Bello y caddie de Retief Goosen en su victoria en Shinnecock Hills en 2004. © Golffile
Colin Byrne, actual caddie de Rafa Cabrera Bello y caddie de Retief Goosen en su victoria en Shinnecock Hills en 2004. © Golffile

Colin Byrne es una de las personas más autorizadas para hablar de lo que ha ocurrido hoy en Shinnecock Hills. El actual caddie de Rafa Cabrera Bello llevaba la bolsa de Retief Goosen en el US Open de 2004. El sudafricano ganó el torneo en un domingo que pasó a la historia como una de las mayores carnicerías en un campo de golf. Lo de hoy ha sido muy parecido…

«¿De verdad creen que la gente se lo pasa bien con un campo así? Yo, desde luego, no lo tengo claro”

“A mí me ha recordado a lo que ocurrió entonces, ha sido muy similar. Confío en que hagan algo mañana para evitar que sea aún peor, pero lo de hoy ha sido una locura. La USGA sabrá lo que quiere hacer. Ellos tendrán que decidir si este es el golf que quieren que vea el público. ¿De verdad creen que la gente se lo pasa bien así? Yo, desde luego, no lo tengo claro”, explicó.

Crueldad infinita para un Rafa inmenso

Precisamente, sobre lo que ocurrió en 2004, ya se mostró muy crítico en su blog en el Irish Times la semana pasada. “Aún puedo ver la tierra quemada en la que se había convertido el campo por el calor y la falta de sentido común por parte de los que prepararon el campo de golf. Las autoridades limitaron el riego por unas limitaciones autoimpuestas hasta el punto de que el campo se convirtió en una farsa. Esperé, sumido en un estado de confusión, en un área algo aislada, pero cerca del vestuario donde estaba  Retief. A pesar de los avances en nuestras circunstancias como caddies a lo largo de las décadas, el vestuario sigue siendo una zona prohibida para nosotros dirigentes en Estados Unidos. Observé cómo los marcadores regresaban a la base cuando los jugadores de arriba completaban sus arduas rondas. Hubo una abundancia de resultados por encima de 80 y algunos 70 altos que eran casi extraños. «¿Qué demonios está pasando allí afuera?», Me pregunté. Carnicería en el campo de golf, supuse”.

Rafa Cabrera Bello: «El campo se ha jugado en una condiciones absurdas»

Pues lo de hoy, sin llegar a eso, se ha parecido bastante. Y lo dice alguien que lo vivió en sus propias carnes…