Aterrizas en el aeropuerto internacional de La Romana y exactamente en siete minutos llegas a tu habitación. Allí te entregan las llaves de un buggy, que será tu inseparable y confortable compañero de viaje. Apenas media hora después de tomar tierra puedes estar pegando bolas en el campo de prácticas. Juegas 18 hoyos en Diente de Perro, mientras tu familia disfruta DE LA PLAYA, DE UN PASEO A CABALLO, del spa, visita las tiendas o se da un paseo por Altos de Chavón, una encantadora aldea de estilo toscano que conseguirá hacerte viajar en el tiempo.
Terminas la partida, te das un baño en la playa y te sientas a comer directamente en alguno de los restaurantes del resort, por ejemplo, The Beach Club by Le Cirque. Así, sin más, cómodo, con tu traje de baño, puedes paladear una deliciosa ensalada de langosta antes de echarte una siesta. Porque las buenas costumbres no hay que perderlas.
Ya por la tarde te das una vuelta por la Marina y disfrutas de un rato tranquilo de pesca o te zambulles en el agua para bucear por sus inigualables aguas cristalinas. Aún tienes tiempo de darte otro chapuzón en la playa y te preparas para una buena cena. Las opciones para cerrar la noche son tan variadas como atractivas. Puedes ir al cine, tomarte algo en un bar o aprender a bailar merengue, sólo por citar algunas actividades.
Así es un día cualquiera en Casa de Campo, en La Romana, en la Flor del Este de la República Dominicana. Nos lo cuenta el ejecutivo español, granadino de nacimiento, Rafael Torres, presidente del resort de referencia del Caribe, elegido una vez más en 2015 como el mejor del mundo. Torres ha aprovechado un viaje a España para atender amablemente a Ten-Golf y explicarnos de primera mano por qué Casa de Campo debe ser un destino obligado para cualquier aficionado al golf que se precie.
Ser elegido el mejor resort del mundo es el premio al trabajo bien hecho, a la perfecta combinación entre tradición y experiencia de un lado, y vanguardia e inversión del otro. Sólo así puede mantenerse esta joya durante más de cinco décadas en la cresta de la ola. «Siempre vamos buscando lo mejor, la excelencia, con el objetivo de que el visitante se sienta como en su casa. Tenemos unas instalaciones de lujo, muy exclusivas, que estamos continuamente mejorando. Sin ir más lejos, hace poco hemos completado una inversión de millones de euros en el driving range. Nuestro deseo es que cada cliente viva una experiencia única», asegura a Ten-Golf.
Rafael Torres, presidente de Casa de Campo.
Casa de Campo se levantó en La Romana en los años sesenta y desde entonces ha sido el destino de vacaciones para un sinfín de turistas norteamericanos. Relax, playa, golf, deportes acuáticos, caballos, diversión… Sobran los argumentos. No sólo pasan temporadas en el complejo, sino que poco a poco han ido adquiriendo las fabulosas villas que están en venta. «No es sólo un destino puntual de vacaciones, sino que son muchos los que han decidido instalar allí su segunda vivienda, su lugar donde desconectar cada temporada. Cada vez son más los europeos, y concretamente los españoles, que están acudiendo a Casa de Campo y que se llevan una grata impresión. Estamos potenciando la oferta en este sentido. El lugar es idóneo porque la oferta que tiene Casa de Campo se une el carácter acogedor, simpático y amable de las gentes que allí viven», señala.
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