Sergio García ha comparecido a primera hora de la mañana, antes de comenzar su ronda de prácticas, en la sala de prensa de Le Golf National, donde en menos de 48 horas arranca una nueva edición de la Ryder Cup, su competición favorita. Un torneo para el que ha sido elegido, además de por su juego, por su capacidad de liderazgo. Algo sobre lo que el golfista de Borriol reflexiona, repasando además numerosos aspectos del evento.
Novena Ryder Cup para Sergio: «Sí, es algo que me emociona mucho, estar aquí de nuevo, ser parte del equipo europeo, es asombroso. El campo está fantástico. Las gradas parecen increíbles. Hace un poco de frío, pero aparte de eso, creo que está todo preparado para una semana estupenda en la que todos disfrutemos».
Ambiente en el tee del 1: «Las gradas se ven impresionantes. Estoy deseando verlas llenas de gente animando, como el resto del campo. Creo que puede ser una de las Ryder Cup más emocionantes de la historia, así que estoy agradecido de ser parte de ella y formar parte del equipo europeo».
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¿Tiene algo que demostrar? «No lo creo. Al final, las selecciones del capitán no son nada fáciles, pero los capitanes y vicecapitanes tienen su forma de hacerlo y saben lo que quieren elegir para aportarle algo extra al equipo. Creo que lo he demostrado una y otra vez, y lo único que puedo hacer es jugar cuando me toque, hacerlo lo mejor posible, y ayudar en todo, que es lo que he hecho siempre aquí en las Ryder Cup. Si somos capaces de hacerlo y jugar bien, tendremos una buena oportunidad. Si no, tendremos que pelear muy duro».
Rory dice que Sergio es el corazón del equipo, ¿cree que tiene usted un papel especial? «Creo que sí, sí. Tengo mucha experiencia y por mi forma de ser, disfruto al máximo de los eventos que se juegan en equipo, por eso me gusta tanto la Ryder Cup. Para ser honestos, creo que es una de las razones por las que el capitán y los vicecapitanes decidieron incluirme en el equipo, no sólo por lo que puedo dar en el campo de golf, sino también por lo que puedo aportar fuera. Voy a intentar hacerlo lo mejor posible y a asegurarme de que todos se sientan bien, cómodos, felices y disfrutando. Si lo logramos, será más fácil para todos jugar su mejor golf».
¿Ha mejorado la cohesión y camaradería en el equipo estadounidense? «Bueno, para ser honesto, tengo que decir que no vivo del otro lado. Puede parecer que están un poco mejor. Pero no conozco exactamente lo que sucede en su vestuario. Sí se lo que pasa en el nuestro, y para nosotros es algo fácil, nos sale con naturalidad. Luego saldremos a jugar y lo haremos lo mejor posible para tener oportunidades de ganar la copa».
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¿Esas cualidades pueden trascender a la forma de entrar al torneo? «Podría ser, sí. A veces, gusta tener a alguien alrededor. Esa es una de las razones por las que he disfrutado tanto de los foursomes y los fourballs, siento que tener a alguien cerca a quien puedas abrazar y te anime es fantástico. El golf es un juego solitario durante todo el año. Y tener a veces a un amigo cerca, y no sólo uno, sino otros diez detrás animándote, creo que ayuda un poco, sí».
¿Cuándo decidió jugar el Portugal Masters? «Hablé con Thomas y me dije que si me elegía, jugaría en Portugal para asegurarme de no llegar a la Ryder tras cuatro o cinco semanas sin competir. Así que, en cuanto me llamó, estaba hecho. Estoy contento por la forma en la que jugué durante toda la semana. Cogí muchas calles, muchos greenes. Sentí que me estaba poniendo bien, y aunque no tuve posibilidades de ganar, creo que fue una semana muy positiva».
¿Ha podido hablar con los padres de Celia Barquín? «Desafortunadamente no. Fue muy triste cuando nos enteramos. Mi padre habló con su tío y fue terrible cuando nos lo contaron el martes por la mañana en Portugal, por muchas razones, no sólo porque era demasiado joven, sino porque era una persona maravillosa y por la forma en la que sucedió. Por desgracia, estas cosas pasan en el mundo hoy en día, es triste. Lo único que podemos hacer es rendirle un gran tributo y asegurarnos de que su familia se sienta orgullosa de nosotros y nosotros orgullosos de ella».
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Recuerdos de Celia y similitudes con Seve y Medinah: «Sí, es obvio que queremos intentar ganar la Ryder para Europa,p ara todos, para nuestros compañeros de equipo, pero lógicamente, con lo de Celia, hay que hacer un esfuerzo extra, por decirlo así. Esperamos poder jugar lo mejor posible para lograrlo. Es algo que nos conmueve, es una pena que pasen cosas así, más incluso a alguien como ella.
¿Sería bueno para la Ryder y para Europa su Woods y Mickelson juegan juntos, recordando lo de 2004? «Sinceramente, no lo sé. Si los vencemos, pues sí, será bueno para nosotros. Si nos ganan, pues no, es tan simple como eso. ¿Bueno para la Ryder? Ni idea. Yo creo que dan igual los emparejamientos, todos son buenos para la competición y para el espectáculo. Eso no va a cambiar en función de con quién juegues. Ellos tendrán sus parejas, nosotros las nuestras y a ver qué pasa».
¿Hay más confianza jugando en casa? «Claro, de la misma manera que estoy seguro de que ellos sienten lo mismo cuando juegan en Estados Unidos. Es normal. Juegas en tu casa, y es lógico sentirse más cómodo. Tienes a la mayoría de la gente de tu lado… y cuando jugamos en Estados Unidos, la tenemos en contra. Eso es así. Pero ya hemos estado en los dos lados y sabemos cómo funciona. Tenemos que asegurarnos de disfrutar cada minuto».
“Para Celia la Ryder era lo más, ella estaría muy feliz”
¿Le sorprende que haya pasado tanto tiempo desde que EEUU ganó en Europa? «No. Es decir, es algo que muestra lo bien que hemos jugado, es así. ¿Me sorprende? No, porque es lo que intentamos hacer, intentamos ganar. Puede que ellos sí, pero ese es nuestro objetivo, esperamos seguir haciéndolo».
¿Cuáles fueron sus primeros recuerdos de la Ryder? ¿Estuvo en Valderrama en el 97 con Seve? «No, desafortunadamente no estuve. En el 95, en Oak Hill, sí. Fue increíble. Por desgracia, las Ryder de Seve sólo las pude ver por televisión. En Oak Hill demostró que seguía siendo un luchador increíble. Pero sí, Seve fue muy inspirador. Fue ahí, en el 95, cuando me enamoré de la Ryder. Recuerdo estar allí, ver el ambiente… Tenía sólo 15 años, fui al Pabellón Internacional y la gente estaba cantando, con una energía y una pasión increíbles. Estuve en el equipo Junior de la Ryder y pude ver a mis ídolos, en este caso Seve, saludarle y hablar un rato. Lo conocía de antes, pero poder verlo en una Ryder Cup fue un momento increíble que nunca olvidaré, es otra de las razones por las que me encanta este evento».
¿En algún momento en los últimos meses tuvo dudas de que poder estar hoy aquí? «Sí, claro que sí, sin duda. Cuando las cosas no van como quieres o como planeas, estás jugando mucho en verano y sigues fallando cortes, sientes que te estás alejando un poco. Lo ves todavía, pero cada vez más lejos, y te esfuerzas para que vuelva. Lo pensé, pero hablé con Thomas y le dije que quería ser parte del equipo, pero que si no me elegían, estaría en casa animando con tantas ganas como si estuviera aquí. Es algo que no cambia ni cambiará nunca para mí, no dejaré de verlo ni dejará de importarme sólo porque no me elijan».
En estos torneos de parejas, ¿disfrutas por cómo inspiras a tus compañeros, por cómo te inspiran ellos a ti, o por ambas cosas? «Creo que es un poco de ambas. Me inspiro en ellos, sin duda, y espero que ellos se inspiren en mí y hacerlos sentir cómodos, que disfruten un poco más. Es lo que siempre trato de hacer y posiblemente por lo que he tenido bastante éxito con is parejas en las Ryder Cup. No sé si soy el que más parejas diferentes ha tenido, pero seguramente estoy cerca de serlo».
