Cuando viajé a la semifinal de la Escuela del European Tour en Las Colinas no sabía muy bien qué iba a pasar. Tenía dudas. Claro. Algunas dudas. Los dos últimos años no han sido buenos y por mucho que uno intente dejarlo atrás, es difícil. Es una mala racha que pesa. Lo bueno es que sabía que estaba jugando bien.
Me llevé el coche de Málaga a Alicante por si tenía que volver justo después del torneo. Era una posibilidad. Obviamente. Sin embargo, todo salió bien, pasé, fui a Lumine Golf, Tarragona, a jugar la Final de la Escuela, saqué el primer puesto y de ahí a Hong Kong. Y, precisamente hoy, estoy de vuelta a Málaga en coche desde Barcelona (allí lo dejé para viajar a Hong Kong) previa escala en Valencia para estar con mi amigo Carlos del Moral.
Tengo que decir que estoy muy orgulloso y sorprendido de mí mismo por la Escuela que he hecho. En Las Colinas me encontré muy bien, el campo me venía bien, estaba cómodo y hasta me dio rabia no ganar. Está claro que el objetivo era entrar en la final y poco más, pero siempre nos sale el espíritu competitivo. En el 16 la mandé al agua y en el 18 fallé un putt de metro y medio para birdie.
En la final no me llegué a encontrar igual de bien, sobre todo con el drive. El campo se jugó muy largo por la lluvia, la bola no rodaba nada y a mí se me hizo incómodo y duro. Si juntamos eso a las dudas que os comentaba antes, os podéis imaginar lo contento que estoy de haber acabado primero. La clave, sin duda, estuvo en que pateé muy bien todos los días a excepción del segundo.
La Escuela es muy estresante. Se pasa mal. Son seis días, muchas horas, mucho tiempo pensando en lo mismo, con la presión a flor de piel
Aún así, la Escuela es muy estresante. Se pasa mal. Son seis días, muchas horas, mucho tiempo pensando en lo mismo, con la presión a flor de piel. Es duro lidiar con todo esto. Lo que me pasó el cuarto día en el recorrido The Lakes es un buen ejemplo. Estaba jugando bien, con la situación más o menos controlada, pero acabé con bogey en el hoyo 17 y en el 18 cometí doble bogey. Mandé el drive a la izquierda, a la zona de arena ‘waste area’. Desde ahí pegué el híbrido y me fui al agua. De repente había caído al puesto 20º.
Las dichosas dudas. Te das cuenta de que aún jugando bien, todo se puede estropear en uno o dos golpes. Al día siguiente traté de estar calmado, fui golpe a golpe, paso a paso y todo fue mejor. Recuerdo sobre todo el hoyo 18. Me quedó también un híbrido de segundo golpe. Le pegué muy bien y acabé haciendo eagle. Yo no soy mucho de sacar puños, pero en ese momento saqué el más grande de mi vida.
Yo no soy mucho de sacar puños, pero en ese momento saqué el más grande de mi vida
Hay mucha tensión en la Escuela. Yo no he estado en un Masters de Augusta peleando por ganar un domingo, pero desde luego esto es lo peor a lo que yo me he enfrentado desde el punto de vista de la presión. Por eso estoy orgulloso, por haber sido capaz de hacer resultado, jugando bien, bajo mucha presión y conviviendo con las dudas. En los últimos meses ya estaba jugando bien, pero no conseguía exprimirlo con buenas tarjetas y es inevitable tener pensamientos negativos. A mí me ayudó mucho que vino mi novia Ingrid los cuatro últimos días y mi primo Abraham los tres finales. Te ayuda a desconectar y pensar en otras cosas.
Cuando más pensamientos acumulas en el cerebro, más dudas tienes. La desconfianza no es más que un cúmulo de pensamientos negativos, así que hay que hacer ‘maniobras de distracción’
También he realizado un trabajo mental específico. Tengo un psicólogo, al que veo menos de lo que debería, con el que hablé la semana de la final y me ayudó mucho. El objetivo principal era distraer a la mente. Cuando más pensamientos acumulas en el cerebro, más dudas tienes. La desconfianza no es más que un cúmulo de pensamientos negativos, así que hay que hacer ‘maniobras de distracción’. Pensar en chorradas. Yo por ejemplo esa semana me centré en mirar cosas simples de la naturaleza en la que habitualmente no fijas como el movimiento del agua, unas ramas de un árbol, etcétera… No digo que sea lo que hay que hacer, pero sí digo que a mí me sirvió. También estoy muy contento por cómo me aguantó el físico durante la Escuela. Estuve con mi fisio, el italiano Massimo Messina, y me ayudó bastante. La muñeca y la espalda me han respetado, así que estoy muy contento. Por cierto, tanto en la Escuela como en estos torneos de final de año me está haciendo de caddie, Owen Craig, de Irlanda del Norte.
Parece difícil que pueda estar en Abu Dhabi y Dubai, aunque para febrero tengo otro tema mucho más importante en el que pensar y es el nacimiento de primera hija
En Hong Kong jugué otra vez muy bien al golf, pero pagué el cansancio acumulado en la Escuela, sobre todo el último día. Nos llovió muchísimo y fue muy difícil mantener la concentración y la motivación. Ahora jugaré las dos próximas semanas en Sudáfrica y veré dónde puedo ir entrando. Parece difícil que pueda estar en Abu Dhabi y Dubai, aunque para febrero tengo otro tema mucho más importante en el que pensar y es el nacimiento de primera hija.
Soy Juan, tio de Jorge, Inma y yo queremos darte la enhorabuena, por tus éxitos golfisticos, y a Ingrid y a tí por vuestra futura hija. Un Abrazo. Inma y Juan