A la hora de hacer balance de este 2020 no queda más remedio que recurrir al tópico: ha sido un año muy extraño. En mi caso, creo que no conseguí enfocar de la manera más correcta la nueva situación en la que nos encontrábamos, y ahora me estoy refiriendo sólo al aspecto profesional. Como sabéis, desde el mismo momento en el que regresó la competición, tras el confinamiento, todos ya sabíamos que este año se iban a respetar las categorías que ya teníamos y ahí es donde estuvo mi error: en lugar de tomarme la competición como lo que seguía siendo, pura competición, yo me la he tomado muchas veces como casi un entrenamiento, realizando pruebas que en ningún caso hubiera realizado.
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Os pongo un ejemplo. Este año he llegado a probar nuevas varillas en los palos. Por primera vez en mi carrera he jugado con unas varillas distintas, y ese es un cambio demasiado brusco para hacerlo en competición. De todos modos también he recogido datos y sensaciones que me pueden servir en el futuro, así que no todo es negativo. De hecho, en este tiempo antes de volver a la competición en 2021, mi línea de trabajo en el aspecto de material va a ir por ahí y tengo dos juegos de palos con varillas nuevas. Unas son más flexibles y un poco más pesadas que las que usaba; otras tienen más grados de ‘torque’ (*). Este cambio tenía que darlo ya, no sólo porque mis varillas dejaron de fabricarse hace ya ocho años, lo que me complicaba mucho las cosas, sino también por aspectos técnicos concretos.
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Respecto a la actitud y a las expectativas que tengo sobre el futuro a corto y medio plazo, siento que tengo todavía esa energía para tratar de cambiar las cosas. Al respecto, os cuento una pequeña anécdota: yo nunca he sido de ver demasiado golf, pero hace unos días me sorprendí viendo un resumen de la Final de Dubai y me motivaba yo solo pensando que al fin y al cabo, yo tengo también dos piernas y dos brazos, igual que Lee Westwood, que ganó la Race, y que Matthew Fitzpatrick, que ganó la Final… Es una manera de hablar, se entiende. Lo que quiere decir es que si ellos pueden, por qué no voy a poder yo haciendo bien las cosas.
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Sigo buscando la manera de recuperar mis mejores sensaciones y, sobre todo, los resultados en el campo. Mi entrenador, Hernán Rey, y yo hemos llegado a la conclusión de que ahora tenemos que realizar un trabajo más encaminado a recuperar la acción de brazos y manos y no tanto a fijarnos en las posiciones del cuerpo. Dicho de otro modo: que sea mi cuerpo el que reaccione a lo que yo hago con los brazos y las manos, y que lo haga del modo más natural posible. Es en este aspecto técnico donde también creemos que las nuevas varillas pueden ayudar.
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Por último, simplemente confirmar que la temporada 2021 la voy a comenzar en Abu Dhabi y en toda la gira del desierto, continuando en Dubai y Arabia.
(*) El torque es la fuerza que produce la torsión de la varilla sobre su propio eje y se mide en grados.
