Después de la segunda gira del desierto, por Omán y Qatar, es un buen momento para hacer balance (*). Sobre todo cuando nos hemos venido con dos segundos puestos de Jorge en los dos torneos. Esa siempre es la idea que tenemos, empezar muy fuerte la temporada. En los primeros torneos (Abu Dhabi, Dubai, Arabia) no salieron las cosas porque no entraban putts, pero en realidad su juego de tee a green estaba siendo igual de sólido, muy bueno. En Dubai ya encontramos algo en el putting green que poco a poco se fue dejando ver más tarde. Las sesiones de trabajo con Mike Kanski, colaborador de Phil Kenyon, han dado frutos y nos han enseñado cosas muy interesantes.
Cada jugador tiene sus tiempos y Jorge sólo tiene que esperar su momento
Estos dos segundos puestos te dejan un poco con el sabor agridulce de a ver cuándo llega esa primera victoria. Pero veo con claridad que hemos salido fortalecidos. Cada jugador tiene sus tiempos y Jorge sólo tiene que esperar su momento. Hay muchos perfiles de jugadores, es cierto, y está claro que Jorge no ha tenido ese don para ganar rápido, a las primeras de cambio, el don de encontrarse con el triunfo. Él es más del perfil de que las cosas caigan por su propio peso. La clave está en no impacientarse y veo a Jorge muy bien en este sentido después de estos segundos puestos. En Qatar estaba escocido, pero entero y con ganas de revancha. Hace año y medio se hubiera hundido o desesperado más… A día de hoy se quiere más y tiene en más estima sus capacidades.
Aprendizaje y sentido del humor para asimilar una semana dura
Fue precisamente hace cerca de año y medio cuando empezó a darse un cambio importante, causa principal de su crecimiento. En el torneo de Hong Kong de 2017. En aquellas fechas se acababa de meter en un cambio de swing muy complicado, de la mano de su entrenador, José Carlos Gutiérrez, que ya está dando muchos frutos. Él siempre ha sido un gran jugador de hierros, así que en cuanto empezó a subir su media de calles cogidas, los resultados mejoraron y, sobre todo, se hizo un jugador aún más consistente.
En Omán y Qatar el juego largo de Jorge fue espectacular, de top-30 del mundo
En Omán y Qatar, por ejemplo, el juego largo de Jorge fue espectacular. Para mí, sin ninguna duda, de top-30 del mundo. En Omán, de verdad, con aquellas condiciones tan complicadas de viento, podíamos haber ganado con seis o siete golpes de diferencia si no hubiéramos sufrido ese accidente anormal en un par 3.
Creo sinceramente que el juego de tee a green de Jorge aguanta bastante bien cuando llegan los momentos de mayor presión, cuando ya te estás jugando el torneo. Ha faltado, a lo mejor, esa lucidez necesaria en momentos puntuales. Y lo digo por el caddie, por mí, en primer lugar. Hay que ser autocrítico. El caddie también tiene que estar muy fino y tener ese punto de lucidez que ayude al jugador a tomar la decisión correcta o la que marque la diferencia.
Éramos pocos y parió el Saujana…
Insisto: no hay prisa. Un buen modelo a seguir es Miguel Ángel Jiménez, que tardó más tiempo que otros en llegar a ser de los mejores del mundo. Creo, además, que una vez que gane el primer torneo Jorge será capaz de repetir victoria mucho más rápido.
(*) Borja Martín-Simo, caddie de Jorge Campillo y autor de este blog, elaboró este texto pocos días después de haber regresado de Qatar. Ahora mismo, jugador y caddie se encuentran ya a unas horas de arrancar su andadura en el Maybank Championship de Malasia.
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