Tiempo de relax y desconexión. Tiempo de tranquilidad. Tiempo de familia, de estar a gusto. Cómo disfruto en casa, en mi Navarra, con mi gente. Llevo sin coger un palo desde el día 26 de diciembre, que fuimos a Zarauz con mi padre para jugar al golf. Creo que nunca en mi carrera he estado más tiempo sin pegar bolas. Hace falta. Son muchos años y 2023 ha sido especialmente intenso. Es necesario parar y recargar pilas porque lo que viene por delante es otro toro importante. Eso sí, el gimnasio no lo dejo y le estoy metiendo una caña importante.
Os voy a hablar precisamente de futuro, de cómo me planteo 2024, pero antes me vais a permitir un paréntesis. Obligado paréntesis. Ayer martes, a eso de las once y media de la mañana, minuto arriba, minuto abajo, ahí estábamos mi padre y yo delante de la televisión prácticamente con las lágrimas saltadas. Qué emoción. Sí, acababa de terminar el partido de Rafa Nadal en Brisbane contra Dominic Thiem. Qué grande. Es alguien único. Una motivación para cualquier deportista, un aliciente, un referente. Lo mal que lo ha pasado este año sin poder competir y hacer eso en su primer partido después de tanto tiempo es algo increíble. Qué orgullo para España.
Podría estar horas y horas hablando de Rafa, casi os diría que se me cae la baba, pero vamos a lo prometido. El año que empieza me hace mucha ilusión. Voy a por todas. Está claro que entre los objetivos están lograr victorias y pelear en los Grandes, todo eso está ahí, pero por encima de todo hay una estadística, una cifra que tengo grabada a fuego en mi cabeza. Es el scoring average. La media de golpes del año. Lo que el LPGA Tour reconoce con el Vare Trophy. Quiero ganarlo. Quiero ser la mejor. Este año lo ha ganado Atthaya Thitikul con una media de 69,53 y ese es mi gran objetivo. Algún año en mi carrera he bajado por poco de 70 golpes, pero me gustaría acabar 2024 con esa cifra: 69,5. Sé que si consigo eso, lo demás vendrá solo. Si logro esa media de golpes, significará que estaré muchos domingos peleando por las victorias.
Estoy más motivada que nunca. La Solheim Cup, lo que ocurrió ese domingo en Finca Cortesín y que nunca olvidaré, supuso un impulso. Tengo ganas de volver a tener esa misma sensación, de volver a estar en un Grande un último día peleando por ganar. Sé que mi golf está hecho para ganar Grandes. Quiero hacerlo y creo que puedo. Voy a por ello.
También me hace mucha ilusión los Juegos. El calendario a partir de verano va a estar muy apretado, pero al mismo tiempo es muy bonito. Me hace ilusión pelear por las medallas en París. Tengo muchas ganas. Jugué en ese campo, el Golf National, un Campeonato de Europa cuando era amateur y perdí en el desempate contra Caroline Hedwall. Creo que es un campo que se me puede dar bien, como el del US Open, en Lancaster, donde ya jugué una vez, o el de Sahalee, en Seattle, donde este año se disputa el KPMG. En cualquier caso, hablando de Grandes y siendo europea, lo que más ilusión me haría es el British Open. Además, como sabéis, este año se juega en St Andrews. No hay lugar más especial.
En unos días vuelvo a Arizona y comenzaré a preparar la temporada con Jorge Parada y Álvaro Alonso. Arrancaré en Florida, en el Drive On, del 25 al 28 de enero, y después toca la gira por Arabia para el Aramco Saudi Ladies International, Tailandia y Singapur. Un buen arranque de año. Vamos a por todas.
