Inicio Blogs David Durán Faltan 1.415 días…

Faltan 1.415 días…

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Han pasado casi cinco horas desde que España cayera derrotada ante Rusia en los Juegos (77-74). Un tiempo que he dedicado, entre otras cosas, a tratar de comprobar si Serge Ibaka sufría alguna molestia física, si estaba lesionado o enfermo. Pero ninguna noticia o parte médico confirman semejante posibilidad y la paciencia tiene un límite…El pivot español, congolés de nacimiento, ha jugado ante Rusia la escalofriante cantidad de nueve minutos largos, sin presencia ninguna en los minutos decisivos y sin peso alguno en el juego de la selección a lo largo y ancho del partido. ¿En qué estaba pensando Sergio Scariolo? Probablemente en Sergio Scariolo…

Una vez más, la gestión de los recursos demostrada por el técnico italiano ha resultado pésima, corta de miras, injusta y, lo que es peor, nociva para los intereses del grupo que lidera (o debiera liderar…).

El hecho de asignar a Ibaka durante todos los Juegos, y especialmente hoy ante Rusia, el rol de subalterno, aguador y gregario, fundamentalmente de Marc Gasol, define a este entrenador. Porque es imposible que el italiano no se haya percatado de la notable e imparable evolución del joven congoleño en los últimos doce meses. De otro modo habría que pensar, sencillamente, que es imbécil. Y Scariolo será lo que ustedes quieran, pero no es imbécil.

Por supuesto que sabe a estas alturas que Ibaka no es sólo un negrito saltarín que de vez en cuando pone gorros (recordemos por si acaso que Serge lidera la estadística de taponadores en la mejor y más atlética liga del mundo). Sabrá, sin duda, que fue incluido por los treinta entrenadores de la NBA en el quinteto defensivo de la temporada junto a Chris Paul, LeBron James, Tony Allen y Dwight Howard.

Tampoco ignorará que ha jugado una media de 28 minutos por partido con Oklahoma, flamante finalista y subcampeón de la NBA, justo el doble de tiempo de lo que está jugando de media por partido en Londres: catorce minutos. Que es también un notable especialista del rebote ofensivo: ha cazado siete en 57 minutos de juego en Londres, por los nueve que suman los dos hermanos Gasol en 210 minutos (los tres que ha capturado Marc en 106 minutos y los seis de Pau en 104 minutos). Se habrá dado cuenta también de que ha mecanizado un tirito de cuatro y cinco metros más que interesante…

Sería perverso, no obstante, distraer el debate enfrentando los logros de Marc y Pau a los de Ibaka. El asunto no es ese. Entre otras cosas porque Pau es una superestrella impagable, indiscutible e inalcanzable para la mayoría. El asunto es saber por qué demonios Scariolo cree que puede y debe ningunear a un jugador como el congoleño. ¿Será que se siente él (siempre ÉL) más cómodo así?

En el estreno, ante China, no le quedó más remedio que repartir el tiempo entre Marc y Serge, ya que el menor de los Gasol había llegado a la cita corto de preparación por culpa de una lesión. La respuesta de Ibaka al reto fue deslumbrante: 17 puntos y más de un setenta por ciento de acierto en los tiros de campo, poderío sobresaliente en ambas pinturas (tres tapones y cinco rebotes en veinte minutos de juego…). Después, lejos de alentar y hasta promover esa sana competencia, labor que debe incluirse en la nómina de cualquier entrenador, o de gestionar y exprimir al ciento por ciento los recursos de uno y otro, pareció decidir que era mucho más cómodo (para ÉL) trasladar al mocetón de los Thunders a un segundo plano… Hasta el punto de marginarlo completamente en el partido decisivo, donde de verdad se reparten los galones. Bravo, Sergio. El problema (grave) es que no es la primera vez que actúa de semejante modo. Nunca sabremos qué hubiera ocurrido ante Rusia con el concurso de Serge, pero puede sospecharse…

Porque para colmo, aún hubo que escuchar lo siguiente a Scariolo en sala de prensa: «los triples abiertos de Khryapa jugando de ‘4’ nos han hecho daño…». Perfecto. ¿Y dónde estaba Ibaka (nueve minutos de juego…) para tratar de frenar al ruso? Y aún más: ¿dónde estaba Claver (cero minutos), otra opción más que interesante para cumplir la misma misión?