Una celebración goleadora muy al uso: el crack de turno besando el anillo que simboliza la unión con su mujer. Un gesto más o menos romántico…
Y yo les juro que he visto a un niño de unos nueve o diez años celebrando un gol de semejante modo.
Por lo menos no llevaba el peinado de Cristiano Ronaldo, como la mitad de su equipo. Hasta el portero lo llevaba…