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Golf Saudi pierde de momento a los puntos el feroz combate

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Phil Mickelson. © Golffile | Fran Caffrey
Phil Mickelson. © Golffile | Fran Caffrey

La Super League, el proyecto ambicioso y multimillonario de Golf Saudi, ha sufrido algunos reveses significativos esta semana en Los Angeles. Importantes, pero todavía no decisivos. Digamos que ahora mismo pierde el combate con claridad, pero sólo a los puntos. El Genesis Invitational ha reunido a gran parte de la flor y nata del golf de alta competición, pues allí anda el top ten mundial al completo y dos tercios del top 50, y resulta que las manifestaciones acerca del nuevo proyecto se suceden en cascada y son en su mayoría contrarias o, en el mejor de los casos, equidistantes.

Tiger no muestra el más mínimo interés y en sus declaraciones se puede leer entre líneas el siguiente mensaje: “lleguen ustedes a un acuerdo y todos saldremos ganando”. El actual Número Uno, Jon Rahm, ya destapa una oposición al proyecto muy beligerante. Igual que Justin Thomas. Rory poco menos que abomina del engendro. Koepka no ha podido ser más claro en su posición contraria…

Para colmo, salen a la luz esta semana unas declaraciones de Phil Mickelson realizadas en noviembre al periodista estadunidense Alan Shipnuck, recogidas para la elaboración de una biografía no autorizada del jugador. En ellas, la posición de Lefty, uno de los pilares sobre los que Golf Saudi basa su proyecto, queda en entredicho…

Este es el enlace al reciente reportaje de Shipnuck en el que se vuelcan tales manifestaciones del libro:

https://firepitcollective.com/the-truth-about-phil-and-saudi-arabia/

Y esta es una traducción somera que resume lo más importante:

“Son unos hijos de puta con los que da miedo involucrarse. Sabemos que mataron a [el periodista del Washington Post y residente en Estados Unidos Jamal] Khashoggi y que tienen un historial horrible en materia de derechos humanos. Allí ejecutan a gente por ser gay. Sabiendo todo esto, ¿por qué iba a considerarlo? Porque esta es una oportunidad única en la vida para remodelar el funcionamiento del PGA Tour”, explicó. Y añadió: “por muy buen tipo que parezca [Monahan], a menos que tengas una ventaja sobre él, no hará lo correcto. Y el dinero saudí nos ha dado por fin esa ventaja. Ni siquiera estoy seguro de querer que tenga éxito la Super League, pero sólo la idea de que sea así nos permite hacer cosas con el PGA Tour”. Por último, calificó al PGA Tour como «una dictadura que utiliza el divide y vencerás porque saben que los intereses de los jugadores top no son los mismos que del resto».

A partir de aquí, cabe sobre todo una pregunta: ¿cómo va a reaccionar Golf Saudi al ‘plan sibilino’ de Mickelson?

Pongamos sobre la mesa otras reacciones de jugadores de enorme peso, porque al final se trata de eso: cada cual, PGA Tour y Super League, van poniendo nombres en su lado de la balanza y habrá que ver hacia que lado se inclina.

Patrick Cantlay, por ejemplo, es de los que se muestra equidistante. Reconoce que la llamada de los millones saudíes es un atractivo innegable para los jugadores, a la vez que demostraba su compromiso con el PGA Tour con su presencia en Pebble Beach (torneo que se disputaba la misma semana que el Saudi International), que es precisamente donde habló este tema. Concluía afirmando que ahora mismo es sólo un curioso observador que quiere ver cómo se va conformando el proyecto y con el apoyo de qué jugadores…

Jordan Spieth ha señalado al respecto hasta la fecha (lo hizo el pasado mes de enero) que la competencia con el nuevo y potente circuito traerá cosas buenas para los jugadores, sin mostrar desde luego ninguna aversión por el proyecto saudí, aunque sin desmarcarse en absoluto de su actual casa, el PGA Tour… Equidistancia.

Collin Morikawa ha dejado muy claro que está muy bien donde está, pero que se vería obligado a marcharse al nuevo circuito si los grandes jugadores lo hacen…

Webb Simpson, por ejemplo, quizá no tenga el mismo peso que los anteriores, aunque él sí se ha mostrado claramente contrario al nuevo circuito.

Más preguntas que ahora mismo brotan.

La primera y fundamental: ¿hasta qué punto está dispuesto a comprometerse Dustin Johnson? Ha quedado suficientemente claro que a él le complace este canto de sirena…

Otra más. ¿Sería realmente una alternativa rentable y exitosa un circuito sólo basado en jugadores del perfil actual y la talla de Rose, Westwood, Stenson, Poulter, Scott, Kokrak o Casey, incluso contando con la punta de lanza de los Mickelson, DeChambeau y Dustin Johnson? Ahora mismo da la sensación de que este órdago, por potente que sea (que lo es) lo ganaría el PGA Tour.

Pero quedan voces que escuchar con claridad al respecto y que pueden complicarle la vida al PGA Tour. Y ponemos nombres concretos: Xander Schauffele, Tony Finau, Louis Oosthuizen, Sergio García o Patrick Reed. Y las de otros jugadores que son habitualmente top 50 del mundo, criados en el circuito europeo y cuyo compromiso con el PGA Tour no ha sido todavía tan prolongado en el tiempo: Hatton, Lowry, Fleetwood, Pieters o Fitzpatrick son buenos ejemplos.

Así están de momento las cosas, mientras LIV Golf Investments (es el nombre concreto de la compañía articulada por los millones saudíes para el nuevo proyecto) digiere el varapalo que indudablemente se ha llevado esta semana y prepara una respuesta.

Blog de David Durán