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Una aventurada moraleja acerca de la evolución de Morikawa

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Collin Morikawa. © Golffile | Fran Caffrey
Collin Morikawa. © Golffile | Fran Caffrey

Collin Morikawa no ha dejado de apuntar hacia arriba, y de qué manera, desde su irrupción en el golf profesional. Han transcurrido poco más de dos años y medio desde aquel 6 de junio de 2019, cuando hizo su primera aparición como pro en el RBC Canadian Open, y desde entonces no ha dejado de ascender en el ranking mundial, hasta el punto de disputarle seriamente el trono a Jon Rahm durante las últimas semanas de competición del presente año.

Si nos centramos en las dos temporadas que ha completado hasta hoy en el PGA Tour (2019-2020 y 2020-2021) llaman la atención algunos datos estadísticos con los que quizá podamos aventurarnos a extraer una moraleja que explique en parte (sólo en una pequeña parte, seguramente) su imparable ascensión. Se trata de realizar algunas comparaciones entre algunos apartados estadísticos muy concretos de una y otra temporada y, acto seguido, realizar una interpretación de dichas comparaciones.

– Examinemos las estadísticas de approach a green desde todas las distancias. Curiosamente, en los approach desde 275 yardas o más (esto es: madera 5 y madera 3, fundamentalmente) se observan nítidamente mejores números en 2020 que en 2021. Un ejemplo: en la temporada 2019-2020, desde estas distancias, su media de aproximación a la bandera se quedó en unos 76 pies (unos 23 metros), mientras que en la 2020-2021 se ha ido hasta 89 pies (unos 27 metros). La diferencia, incluso desde distancias tan grandes, es reveladora.

Sin embargo, en todos los apartados estadísticos que repasan las distancias de approach desde las 125 a las 200 yardas, la mejora en la temporada 2020-2021 ha sido tremenda, hasta el punto que ha liderado cada rango estadístico examinado por el PGA Tour. Veamos.

Líder en aproximación a la bandera en el rango de 125-150 yardas (algo más de 16 pies, unos 4,8 metros).

Líder en el rango de 150-175 yardas (la dejaba a algo más de 23 pies de media, unos 7 metros).

Y líder asimismo en el rango de 175-200 yardas (la dejaba a algo más de 28 pies de media, unos 8,5 metros). Además, en el rango de 200-225 yardas y en el de 225-250 yardas también se aprecia una mejora, aunque sin llegar a liderar dicha estadística.

Cabe destacar en todo caso la impresionante mejora en el rango de las 125-150 yardas, estadística en la que ha pasado de ser el 37º en la temporada 2019-2020, con una media de aproximación al hoyo de algo más de 21 pies (6,4 metros) al número uno indiscutible en la 2020-2021, con una media de algo más de 16 pies (unos 4,8 metros), con una mejora de más de metro y medio, un verdadero maná.

Ahora llega el momento de interpretar estos datos, lo que no deja de tener su componente subjetivo, por supuesto. Podríamos establecer que en su primera temporada completa, el joven californiano se centró en trabajar y apuntalar un flanco no tan sobresaliente de su juego (maderas de calle), mientras que en la segunda no le ha dado tanto valor a esa parte del juego, y ha dado un salto bestial en ese rango 125-150 yardas (que él cubre con un abanico que va de un wedge de 50 o 52 grados al hierro 9), además de potenciar todavía más una de sus grandes capacidades, los hierros medios y largos, amplia parcela en la que ya destacaba sobremanera como amateur.

El reparto y la disposición del trabajo de una temporada a otra podría explicar parte de la evolución al alza de sus resultados, porque a día de hoy Morikawa se ha convertido justo en lo que se sospechaba que llegaría a ser, el mejor jugador de hierros medios y largos del mundo.

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