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La lección que nos deja Paula

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¡Hola a todos!

Os escribo estas líneas desde el Open de España, un torneo al que tanto a Gon como a mí nos hacía especial ilusión venir, porque tras cinco meses en América nos ha traído de vuelta a casa.

Se trata además de una semana muy especial porque nos estamos reencontrando con mucha gente que hacía bastante tiempo que no veíamos, y con muy buenos amigos a los que echábamos de menos. Viniendo de un circuito en el que somos los «nuevos» y aún no conocemos a mucha gente, se agradece pasar unos días entre caras conocidas. ¡Y eso por no hablar de los homenajes culinarios que nos estamos dando! Según nos sentamos el primer día a cenar, Gon hizo una selección rápida de lo que más echamos de menos en Miami, tipo jamón (pero del bueno, no del que me venden a mí allí), croquetas de varios tipos, espárragos a la plancha, caracoles, pan con tomate… En fin, que menos mal que el miércoles que viene nos volvemos a Estados Unidos, porque a este paso lo hacemos rodando.

Ayer me dediqué en cuerpo y alma a ponerme al día con mis amigas del Tour, a las que tanto echo de menos en el Circuito Americano: María, Ingrid, Loreto, Lucía, Maca, Cristina, Pepa… Estoy feliz de verlas y pasar esta semana con ellas, y ¡nos faltan horas para contarnos todo! Según entrábamos en el Players Lounge algunos jugadores se reían, porque cuando nos juntamos todas nos hacemos fuertes en una mesa que por lo general acaba siendo «nuestra» el resto de la semana, y que es de todo menos silenciosa. Además lo bueno es que aunque nuestros novios y maridos jueguen en horarios distintos, siempre coincides con alguien allí, pases a la hora que pases.

Hoy sin embargo teníamos todas una cita muy importante en el campo, y a la que no queríamos faltar bajo ningún concepto. Ya os conté en otra entrada de mi blog en qué consistía la iniciativa que comenzó Gonzalo con Make a Wish, y a la que se han sumado muchísimos jugadores, tanto españoles como extranjeros, y no sólo a nivel profesional, sino también amateur. La ilusión de todos ellos, y la nuestra, es la de ayudar a Paula a conseguir su sueño de competir la semana próxima en un concurso internacional de doma clásica.

Es una auténtica apasionada de los caballos, y nada, ni siquiera su enfermedad, la ha frenado en su afán de convertirse en una número uno en el mundo de la equitación. Hoy Paula ha venido al campo, ya que quería conocer a todos los jugadores que participan de manera tan altruista en este maravilloso reto, y creo que no exagero nada si digo que todos los allí presentes nos hemos quedado prendados de ella. Es una niña de 14 años que es todo alegría y sonrisas, de esas personas que contagian tanto optimismo que te apetece tenerlas cerca. Ha contado su historia y su batalla contra el cáncer, con un madurez y una entereza que nos ha dejado a todos boquiabiertos. Lo primero que preguntó a los médicos al enterarse de su enfermedad fue si podría seguir montando, y le dijeron que hasta que no se curase nada, así que desde aquel día centró todos sus esfuerzos en lograrlo.

Obviamente el camino no ha sido ni mucho menos fácil, pero a día de hoy Paula esta curada, y con toda la ilusión del mundo por competir la semana que viene. ¡Ojalá pudiéramos estar la semana que viene en Madrid para animarla, aunque va a ganar seguro! Hemos conocido además a Daniel, fundador de Make a Wish, y a todo el resto del equipo que lucha día a día por cumplir las ilusiones de tantos niños enfermos. Mención especial nuestra gran amiga Carmela, que fue la que nos animó a iniciar este reto, y millones de gracias a la fundación por nombrarme Embajadora de Make a Wish Spain, porque ¡me ha emocionado y me ha hecho muchísima ilusión!

P.D: el blog de Álvaro Quirós de esta semana tampoco es gran cosa que digamos, en su línea, ya sabéis, pero gana muchos puntos porque salgo yo al final haciendo un cameo!! 🙂