Esta semana se disputa el Arnold Palmer Invitational en el Bay Hill Club and Lodge (Orlando, Florida). Tiger Woods vuelve a escena…
¿Saben lo que pasó allí el 18 de marzo de 2007, hace casi un año? Se lo cuento: ese día se disputaba la última jornada de este mismo torneo en su edición de 2007 y Tiger salía en los últimos partidos, con la misión de remontar los cinco golpes que le separaban del líder tras la tercera jornada, Vaughn Taylor…
Pero su resultado fue catastrófico: firmó un 76 (Bay Hill es un par 70) y finalizó en el puesto 22º, a once golpes del vencedor, que fue Vijay Singh. No son habituales estos descalabros del 'número uno', y mucho menos en jornada dominical, cuando se viste de rojo…
De hecho, si uno se pone a rebuscar, resulta que es casi imposible encontrar rondas de 76 o peores en su historial como profesional, en torneos oficiales del PGA Tour. Al margen de su 'famoso' 81 en la tercera jornada del British de 2002 y de dos rondas de 76 en el Open USA de 2006, cuando no pasó el corte, hay poco más… Encontramos un 78 en la segunda jornada del The Tour championship de 1996, un 77 en la tercera ronda del Open USA del 96, un 77 en la tercera ronda del British del 98, un 76 en la segunda jornada del The Tour Championship del 98… No es mucho en doce años.
En jornada de domingo, como decimos, sus descalabros se reducen mucho más. Encontramos otro 76 que ocurrió también en un Open USA, el de 2004. Ni que decir tiene que en un Open USA son más habituales las rondas cargadas de golpes en todos los jugadores, por la preparación 'maquiavélica' de los campos que la USGA impone y que tan a gala lleva.
Dicho esto, les doy un último dato: sólo una vez Tiger ha firmado como profesional una tarjeta peor que 76 un domingo. ¿Y saben dónde fue? En el mismo campo, en Bay Hill, hace diez años. El 22 de marzo de 1998 se marcaba allí un 77 el domingo.
Tiger ha ganado este torneo en cuatro ocasiones, así que pocas espinas tiene que sacarse en Orlando, pero no deja de ser curioso que sea Bay Hill uno de los campos donde peores recuerdos dominicales tenga Tiger. Veremos que pasa dentro de seis días, porque este hombre lleva en la sangre un indómito espíritu de revancha y los retos, sean cuales sean, le ponen a mil por hora.
