Inicio Blogs El blog del Profesor Marcos Sobrón El putt: la alineación de la cara del palo y el cuerpo

El putt: la alineación de la cara del palo y el cuerpo

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En el pasado capítulo aprendimos a visualizar la línea del putt mediante nuestro ojo dominante, con el objetivo de determinar una referencia para cuadrar la cara del putter hacia un objetivo concreto. El segundo aspecto fundamental en el arte de patear es, por tanto, la alineación de palo y el cuerpo con respecto al objetivo.

Una de las cuestiones fundamentales en todos los golpes de golf es saber conscientemente cómo nos alineamos en relación a la cara del palo y al objetivo. Todo orden de colocación, toda construcción del golpe se realiza indefectiblemente a partir de la correcta alineación de la cara del palo con respecto al objetivo.

En el putt ocurre exactamente igual. Si no sabemos hacia dónde se encuentra alineada la cara del palo y nuestro cuerpo, ¿cómo vamos a saber cuál es el error en nuestro movimiento? Es como si nos subimos a un taxi y le decimos al taxista «tire usted hacia donde quiera».

Las nuevas leyes del vuelo de la bola determinan que, dependiendo del palo, la cara del mismo influye en la trayectoria inicial del vuelo en un 85% y un 15% el path. Esta relación va variando hasta que en el putt se sitúa por encima del 90%.

Lo podemos comprobar en el siguiente vídeo (Pinchar aquí para verlo). La conclusión es que el aspecto básico para que la bola salga por la línea correcta es que la cara del putter llegue al impacto cuadrada con esa línea.

Para conseguir que nuestro cuerpo realice el movimiento biomecánico que permita mover el palo en la línea que queremos, deben darse dos factores fundamentales: la utilización de la vista sobre la línea del objetivo y el equilibrio de nuestro cuerpo.


La vista y cómo mirar

Como ya adelantamos, el ojo dominante nos permite determinar la línea, mientras que la visión conjunta de ambos ojos percibe la profundidad.

Los ojos son esferas macizas que están dentro de otras esferas huecas. Entre ambas esferas hay una musculatura que produce el movimiento de los ojos.

Al existir una esfera dentro de otra, la mejor posición de los ojos es aquella que no precise de ningún esfuerzo muscular para mirar. Por tanto, la posición ideal de la cabeza sobre la bola será paralela al suelo, así los ojos enfocarán por la propia gravedad.

Como las vértebras cervicales son independientes al cuerpo, debido a que los primeros huesos que unen el tronco superior a los brazos son las clavículas, el cuello y la cabeza pueden mantenerse horizontales y paralelas al suelo mientras que el resto del cuerpo realiza el movimiento del putt en un plano distinto.


La alineación de la cara del putter

Estamos de acuerdo en que el primer paso para la construcción del golpe es la colocación de la cara del palo.

Casi ningún jugador profesional se cuadra a la bola igual, simplemente lo hacen de la manera que más garantías le proporciona para cuadrar la cara en el impacto.

Para cuadrar nuestro cuerpo correctamente a la alineación del swing, deberemos construir nuestra colocación a partir de la cara del palo, de forma que el mero hecho de colocar la cara del palo en el suelo es de vital importancia.

Tal y como vimos anteriormente, buscar una referencia en el suelo garantizaba una colocación del cuerpo lo más perpendicular posible a la cara del palo y lo más paralelo a la línea. Para ello, nuestro ojo dominante debe estar siempre sobre la línea del objetivo al colocar la cara del palo en el suelo, y ligeramente por detrás de la bola.

Así las cosas, lo realmente importante para aprender a realizar un movimiento del palo con respecto a nuestra alineación, es que el punto de partida fundamental  será la correcta alineación de la cara del putter con respecto al objetivo escogido.


La forma de mirar

Ya que nuestra cabeza y cuello se encuentran paralelos al suelo como si estuviesen dentro de un cilindro, la forma de observar siempre deberá respetar el eje del cuello y el cilindro, de lo contrario al levantar la cabeza para mirar hacia el objetivo estaremos cambiando el plano de ese cilindro y la cabeza con el cuello y, por tanto, el plano de nuestro ojo dominante.


La colocación del cuerpo

Una vez colocada la cara del palo hacia la línea deseada y respetando las dimensiones del putter, procederemos a la colocación de nuestro cuerpo sobre la bola.

Este proceso es sumamente sencillo y, al mismo tiempo, sumamente complicado. La dificultad reside en la presencia. Si realizamos cada paso conscientes de lo que estamos haciendo y siguiendo el orden establecido, los resultados serán muy satisfactorios, de lo contrario se arruinará todo el proceso.


Pies

Imagine que desde la cara del putter se extiende una línea hacia usted. Es la prolongación de la cara del palo, que determinará dónde deberán estar los pies juntos, para que, una vez separados, los hombros, caderas y pies se encuentren paralelos a la línea del objetivo.

Pie con pie, tobillo con tobillo, rodilla con rodilla. Esta colocación formará una línea entre nuestros pies y si coincide con la prolongación de la cara del palo, nuestro cuerpo sin ningún lugar a dudas se encontrará cuadrado a la cara del palo y paralelo a la línea del objetivo.


Manos

Sujetaremos el palo con nuestro grip habitual, pero es importante entender que una u otra posición del grip será decisiva para llevar la cara del palo cuadrada al objetivo en el momento del impacto.

Coloque sus manos como si estuviese rezando, deslice una sobre la otra y adopte el grip de putt. En esta posición de grip neutro podrá comenzar a trabajar.


Cuerpo

Colocaremos el cuerpo en posición de equilibrio, de tal manera que la línea de los pies, caderas y hombros se encuentre paralela  a la línea del objetivo. Para adquirir esta postura en equilibrio hay que mantener igual proporción de peso en cada pie y, para ello, la flexión de las rodillas es muy importante, puesto que una variación en la flexión de una u otra rodilla afectará directamente a la línea de las caderas y, por tanto, a los hombros cuando realicemos el movimiento.


La postura y el putter adecuado

El error más común en esta parcela del juego es adaptar la postura al putter, lo que genera gran cantidad de defectos a la hora de la alineación, la postura y el movimiento.

El objeto del movimiento es balancear los hombros para que la unidad entre brazos, manos y palo se mantenga siempre igual y estable.

Para eso hay que encontrar nuestra postura en equilibrio, lo que determinará las características de nuestro putter.


La postura en equilibrio

La postura tiene dos funciones fundamentales: permitir que se puedan balancear los hombros y determinar las características técnicas del palo: longitud, lie, etc…

La postura en el putt se fundamenta en la teoría de la N. Tal y como podemos apreciar en la imagen, cada palo de la N determina una característica que debemos cuidar al detalle y mantenerlo siempre así.


1. Línea de la postura. 
A través de esta línea generaremos una postura en la colocación que nos ofrezca confort y, así, evitar los dolores de espalda cuando se practica.

El ombligo es el centro del cuerpo humano y supone además el centro de gravedad. Trace una línea que parta del ombligo, pase por las rodillas y llegue hasta el centro de nuestros pies. El tipo de postura la determinará Vd. Mismo: más alto, menos flexionado y más cercano a la bola; más bajo, más flexionado y más alejado de la bola.


2. Ángulo de la varilla del putter.
Una vez colocado procure que los antebrazos se encuentren alineados con la varilla del palo, esto le determinará la distancia a la que debe colocarse de la bola y, al mismo tiempo, le permitirá hacer un swing que sea pendular y desde los hombros.


3. Línea de la vista sobre la bola. 
Desde la posición correcta de la cabeza paralela al suelo, deberemos colocar nuestro ojo dominante algo detrás de la bola.

El putter adecuado

Lo único que debe hacer es construir su N ideal y a partir de eso adaptar su putter a la postura elegida. Su club fitter habitual tendrá una herramienta en forma de putter adaptable que mide la longitud de la varilla, su inclinación con respecto a la cabeza del palo y los grados que precise en la cara.

Considere, además, no adoptar una postura demasiado erguida ya que, aunque no genere tensiones y dolores, impedirá que los codos se sitúen por delante de nuestro cuerpo y obligará a realizar un movimiento del putter excesivamente redondo en lugar de más relacionado con la alineación.

La intersección entre la línea de la postura y la línea del ángulo de la varilla será el eje del giro de rotación de la columna, lo que generará el balanceo del putter.

Esto que puede parecer tan complicado, no lo es en absoluto. Es cuestión de ponerlo en práctica, y de una manera consciente. Al poco tiempo asumiremos este método y lo haremos de una manera inconsciente.