Inicio Blogs Enrique Soto Así es muy difícil luchar contra la etiqueta de elitista del golf

Así es muy difícil luchar contra la etiqueta de elitista del golf

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Seguro que en alguna ocasión ha visitado un campo de golf durante unas vacaciones y al preguntar por el precio de una clase se ha echado las manos a la cabeza. ¡¡50 euros por una hora!! Incluso, es posible que se haya imaginado que los profesionales vivimos en una cama de billetes o que tenemos sueldos espectaculares. Pues bien: el objetivo de este texto es demostrarle que por norma general la situación es la contraria, y arrojar un poco de luz sobre lo que yo he percibido en la industria durante los últimos años, así como abrir un espacio de reflexión.

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La situación de un profesional en Inglaterra o Irlanda es muy distinta a la de uno en España. Allí, en la mayoría de casos un profesional de club está a cargo de la tienda del campo y en muchos otros también lo está de otros servicios, como el de alquilar trolleys o buggies, contar con un taller de reparaciones u ofrecer fittings personalizados (como el club en el que yo pude trabajar en Irlanda). Los profesionales establecen una empresa, que en la mayoría de casos tiene su nombre seguido de golf (Enrique Soto Golf, por poner un ejemplo), y los campos establecen un contrato para que les preste los servicios que crean convenientes.

La situación de un profesional en Inglaterra o Irlanda es muy distinta a la de uno en España

Yo no conozco ningún caso así en España. Las tiendas son propiedad del club y los profesionales, en su gran mayoría, se dedican a dar únicamente clases de golf. Hace unos años, cuando yo era pequeño, muchos lo hacían como cualquier trabajador del club de golf, esto es: tenían una nómina por la que desarrollaban toda su actividad cada día en el mismo sitio, al igual que una persona que trabajaba en el departamento comercial o en el área de restauración. Supongo que en la mayoría de casos tendrían también una parte de ese sueldo fija y la otra variable, en función de sus objetivos. Ahora mismo, de todos esos, quedan bastantes pocos por lo que he podido descubrir en los últimos años.

La tendencia actual es que el profesional de golf sea un trabajador autónomo (según el estudio reciente de la PGA de España, más del 70% de los profesionales de golf son autónomos). Esto ya tiene un efecto directo en el precio de su clase de golf, dado que el IVA de la enseñanza no reglada en España está gravada con un 21%. Es decir, que prácticamente la quinta parte de su clase de golf va directamente a las arcas del Estado (como el trabajo de otros tantos autónomos, obviamente). Además, usted señor autónomo lo sabrá, tiene que pagar su cuota mensual de seguridad social, que está cercana a los 300 euros, pero también IRPF, que varía obviamente dependiendo de los ingresos generados a lo largo del año. Esto hace que el profesional se esté llevando tan solo una parte de ese precio que usted paga en la mayoría de campos de España. Por poner un ejemplo: por una clase de 50 euros lo normal es que el profesional que trabaja como autónomo se lleve unos 35.

La tendencia actual es que el profesional de golf sea un trabajador autónomo

Pero es que además, muchos clubes y campos de golf han visto que había un buen negocio en las clases y han querido recoger su parte, cobrando un porcentaje fijo por cada clase de golf que da el profesional que trabaja como autónomo. Esto lo estoy viendo cada vez más. Los porcentajes que he escuchado de compañeros de profesión llegan hasta el 50%, pero creo que lo más habitual es alrededor de un 30%. Eso hace que 15 de los 50 euros de la clase de la que hablábamos antes vayan directos al campo de golf, por lo que el profesional que cobra los 50 al final gana menos de la mitad de lo que se le cobra a usted. Otra forma menos agresiva de hacer esto es lo que llevan a cabo muchos campos, que dan “la concesión” de su escuela de golf a un profesional por una cantidad fija anual. Yo he visto precios que van desde los 6.000 a los 20.000 euros.

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En muchos casos el profesional que le cobra 50 euros al final gana menos de la mitad de lo que se le cobra a usted

En otros campos, que también los hay y son normalmente privados y de socios, el club hace la vista gorda y muchos profesionales declaran lo que les parece conveniente a final de cada trimestre. Es decir, que defraudan a la Hacienda Pública.

Muchos clubes y campos de golf han visto que había un buen negocio en las clases y han querido recoger su parte, cobrando un porcentaje fijo por cada clase de golf que da el profesional que trabaja como autónomo

Creo que cuando se habla de crear nuevos jugadores de golf todos estamos de acuerdo en que los profesionales tenemos un papel fundamental. No es fácil comenzar y creo que todos los que lleven tiempo jugando recordarán que contrataron un paquete de clases. Pues bien: medidas como éstas no son muy buenas para hacer el golf más popular. Si un profesional le cobra 20 euros por una hora de clase, en muchos campos de España, no se lleva ni 10, y al final se suele elegir poner un precio alto y trabajar menos horas porque no compensa. En otras palabras: se opta por trabajar sólo con una parte de la población, la que tiene más dinero. La fama de que el golf es caro todavía se promueve día a día.

*Enrique Soto es profesional de la PGA Británica y su cuenta de twitter es @esoto

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2 COMENTARIOS

  1. Creo que no entra en el fondo de la cuestión, y compararse con otros autónomos (que tienen muchos más gastos que un profesor de golf y una clientela más dispersa) es un error, ya que hay muchísimos autónomos con una formación mucho más elevada que un profesor de golf, sin menospreciar toda vuestra capacidad y habilidad. ¿Qué propones para que haya una mayor demanda de clases de golf y se deje de ver el golf como un deporte elitista? Nada.
    Juego desde los 8 años y ya tengo casi 40 y lo único que veo año tras año es que cada vez es un deporte más elitista y eso es difìcil de conjugar con los valores que transmite el golf, ver chavales o gente que comienza con drivers que valen más de 300€, juegos de hierros de 600€, jugando bolas proV, saliendo de vestuarios como si fueran a un desfile de moda, no respetando las reglas de etiqueta en el juego…seguro que son los mismos que están encantados por pagar 50€/hora de clase de golf.
    Te pongo unas ideas a ver si te resultan mejor que ser autónomo.
    1. Que el profesor sea un trabajador más del club y esté en nòmina y que los socios hagan uso de él en funciòn de la disponibilidad y demanda de otros socios.
    2. Que el profesor esté en nómina, que se cobren a 10-20€ la hora y en función del número de clases impartidas el profesor cobre un porcentaje.
    3. Que se reduzcan los precios de las clases, siendo el profesor autónomo.
    4. Que cada profesor cobre lo que crea oportuno porque ofrece unos servicios o «extras» distintos o de más valor que otro profesor.
    5. Clases colectivas para adultos igual que se hacen con los niños. Yo pago 320€ por 33 clases de 1hora de golf y 30min de preparación física. El año pasado costaba 270€ 28 clases de 1 hora sin preparación fìsica…que es un aspecto que creo que está sobrevalorado…pero en fin.
    6. Que el profesor se monte una academia de gofl y que si quiere hacer uso de las instalaciones del club pague un canon o cuota.
    7. Que la federación se moje y promocione cursos de golf. Esto me da rabia porque, por ejemplo, el colegio de ingenieros consigue acuerdos con clubes para ofertar packs de clases de golf más económicas que para los propios socios. Es increíble que la federación no consiga más recursos siendo el golf un deporte tan rico y que seamos los de siempre los paganinis. Por ejemplo, ¿cómo puede costar 25-30€ jugar un torneo benjamines de la comunidad valenciana?
    Y seguro que se me ocurren muchas más.
    He hablado desde el punto de vista de socio de un club (escorpión, de Valencia), un poco cansado pero sin pretender ofender. Y claro, las propuestas indicadas no deberìan suponer un aumento de las cuotas de los socios (por mi pago más de 410€ trimestrales, más cuarto de palos, taquilla, zapatos….para que te hagas una idea. Y una acciòn que ahora cuesta 15000+6000).
    Un saludo y ánimo

  2. Son muchas las aristas que este delicado y complejo asunto tiene y no hay ni soluciones perfectas ni integrales. Es evidente que promocionar y fomentar la practica del golf y pretender que la misma sea rentable es una autentica utopia, es por ello que creo debemos descomponer el problema y tratar de atajar la cuestion de manera separada pues los objetivos son distintos.

    En primer lugar promocionar la practica del golf entre los no aficionados y divulgar todos los beneficios que este maravilloso deporte aporta en terminos de actividad deportiva saludable y apta para todos los publicos, pero tambien en terminos de educacion en valores, esto ultimo focalizado en los mas jovenes y orientado hacia su comprension e interiorizacion, que posibilite su aplicacion a cualquier ambito de su vida y contribuya a su mejor crecimiento y desarrollo personal, es una actividad ruinosa en terminos economicos, pero muy lucrativa en terminos de beneficios para la salud, educacion y tambien cohesion social, y esto es lo que debe primar sobre cualquier otro aspecto y acometerse sin dilacion ni titubeos por las federaciones, administraciones publicas o incluso por particulares o asociaciones, pues esta responsabilidad nos incumbe a todos.

    En segundo lugar elevar la rentabilidad y/o ingresos de la industria del golf, como en cualquier negocio tenemos dos posibles estrategias, buscar margenes elevados, normalmente basados en precios de venta altos por servicios exclusivos muy diferenciados y con elevada aportacion de valor para el cliente, lo cual hace que nuestro publico objetivo sea reducido y seleccionado por su alta capacidad adquisitiva que les permita pagar esos precios, o bien optar por la estrategia de captar volumen ofreciendo servicios menos sofisticados pero a unos realmente atractivos, ampliando significativamente el publico que puede acceder a pagarlos. Elegir una u otra opcion requiere de cierto analisis y dependera fundamentalmente de la filosofia y orientacion que queramos darle a nuestro negocio y tambien de la renta per capita de nuestra zona de influencia.

    Yo personalmente apuesto por la primera opcion, pero no tengo la suerte de tener que gestionar una instalacion dedicada al golf y deber trabajar por alcanzar unos ratios minimos de rentabilidad que la viabilicen operativa y economicamente, posibilitando la amortizacion de la inversion que ha requerido y retribuyendo el capital puesto en riesgo para ello. Asi pues, debemos entender que por razones de estrategia empresarial y desarrollo de negocio haya lugares en los que deban optar por la segunda opcion.

    En tercer lugar estan los profesionales, los cuales decidieron entregar su vida a este maravilloso deporte, por la razon que fuere y no creo que ninguna de ellas fuese hacerse millonario regentando tiendas, canchas, flotas de buggies, alquiler de palos, etc., sino mas bien por el amor que profesan hacia el golf y la ilusion que todos los que nos hemos iniciado de pequeños en esto hemos tenido en algun momento de nuestras vidas de emular a nuestros idolos y ser capaces algun dia de ganar un major. En fin, como en todas las profesiones del mundo, la realidad es cruel e imparable y se ocupa de ponernos en otros lugares y situaciones muy alejadas de las que soñabamos y pretendiamos, obligandonos a adaptarnos y actuar como buenamente podamos para salir adelante, aunque, por lo menos en lo que yo conozco, y a pesar del varapalo que esa desilusion puede representar, el amor hacia el golf queda y se mantiene muy vivo, por eso y por habernos iniciado a todos en esto y por su generosidad para compartir todos los conocimientos que mucho tiempo, sacrificio y tambien dinero les ha costado conseguir, les debemos nuestro mayor respeto, afecto y solidaridad, porque ademas en todo este entramado son la parte mas debil, a pesar de que para mi son la piedra angular y los que deben, de una vez por todas, convertirse en verdaderos protagonistas activos y dirigir hacia donde debe ir este mundo, pues son ellos y solo ellos quienes mejor saben en que consiste este juego, y es por eso que los demas deberiamos ponernos a su servicio y ayudarles en todas las cuestiones que precisen, para seguir haciendo del golf «el mejor juego del mundo».

    Todo mi ageadecimiento, apoyo y afecto para todos los profesionales, que tanto me han enseñado y que tanto me ha permitido disfrutar de este maravilloso deporte.

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