Por David Durán, redactor del Diario MARCA
Doce jugadores españoles comenzaron el pasado jueves el Open de Gales…
Es de largo la mejor participación española en este torneo. Y es el ejemplo más reciente, pero podríamos sacar alguno más de esta temporada.
Si nos remontamos a la semana anterior, al BMW PGA de Wentworth, fueron once los españoles en la parrilla de salida, la mejor cifra de los últimos siete años (en 2001 iniciaron 12 el torneo), y una de las mejores en los 37 años de historia del circuito europeo constituido como tal, sólo superada en los años 97 (15 jugadores), 84 (13), 99 (13), 2000 (13), 2001 (12) y 95 (12). Por supuesto, la lista de entradas de un torneo depende de multitud de cuestiones: calendario de los jugadores, lesiones, momentos de forma… Pero es un índice más a tener en cuenta a la larga para calibrar la salud de cualquier disciplina.
Sería magnífico que los medios de comunicación, sus páginas o espacios para el deporte, tuvieran la sensibilidad suficiente para valorar este momento del golf español. Justo la que les faltó en otras décadas.
Lo de hoy en día no se trata tampoco de un fenómeno brutal, no nos engañemos. Pero el repunte es importante y evidente. Y los chicos que van llegando lo hacen sin complejos. De los 26 jugadores españoles que han ganado alguna vez en el European Tour, seis lo han hecho por primera vez en los últimos tres años, una proporción más que interesante (Gonzalo Fernández Castaño (tres victorias), José Manuel Lara, Alejandro Cañizares, Álvaro Quirós, Pablo Martín y Carlos Suneson).
Irrupciones como las de Velasco y Larrazábal, que van dejándose ver por arriba de vez en cuando (especialmente el primero) son asimismo importantes. Hay que valorar que algunos como Fernández Castaño, Quirós, Martín o Cañizares lleguen y hagan diana a las primeras de cambio, teniendo en cuenta que la carrera en golf es de fondo. Y eso sin hablar de Sergio García, al que ya consideramos un veterano de guerra y en realidad no deja de ser un golfista de 28 años con todo el futuro por delante… Pero Sergio, a pesar de su juventud, es en realidad el referente de todos los que van llegando y el puente entre la anterior generación y la actual.
Hay más: el golf femenino español, según todos los indicios, se prepara para vivir una época dorada, quizá la mejor de su historia, aunque resulte osado decirlo cuando buena parte de sus valores de futuro ni siquiera han dado el salto al profesionalismo (Azahara Muñoz, Belén Mozo, Carlota Ciganda, Marta Silva, Carmen Pérez Narbón…). Pero las sensaciones que transmiten son especialmente buenas, porque además 'apretarán' (dicho en el mejor de los sentidos) a las que ya están ahí (Paula Martí, Emma Cabrera Bello, Tania Elósegui, Marta Prieto…).
El golf español crece, tiene algo, mucho, que decir. Y hay que estar ahí para contarlo.
