Cuando pienso en lo que recientemente está aconteciendo en el mundo del golf, en todo lo que tiene que ver con España y los jugadores españoles, cómo lo explicaría… Por un lado alucino y se me pone la piel de gallina y por el otro me tiro de los pelos en muchos sentidos.
Intentaré empezar por las cosas positivas. Sergio García, ¡¡campeón del Masters de Augusta!!; recurrentes victorias en el European Tour: Sergio García, Jon Rahm y Rafa Cabrera Bello, así como Alvaro Quirós, y alguno más que me estaré dejando en el tintero de los últimos tiempos… Son numerosos los jugadores que están cómodamente afincados en el circuito europeo, que parece fácil, pero responde a un trabajo diario durísimo y requiere de un nivel de juego constante y de una capacidad mental brutal para conseguirlo. Creo firmemente que la gente no se da cuenta del mérito real que tienen estos jugadores.
Después ya podríamos nombrar a los jugadores, que son muchos, que batallan todas las semanas en categorías inferiores para poder llegar algún día a la primera división. Mención especial merece Pedro Oriol en las últimas semanas. Es de recibo añadir también, porque tiene su importancia, que somos campeones de Europa amateur en categoría masculina, algo que desde luego no sucede todos los años y en esta ocasión, cabe destacar, que se ha conseguido de una forma totalmente inesperada, al menos en mi opinión.
Hasta aquí nada nuevo para los lectores habituales de Tengolf y demás prensa especializada. Se podría decir que la salud del golf español a nivel de resultados es firme y sólida.
Por otro lado, hay ciertos temas que me preocupan y mucho. Empezaré por felicitar a mi buen amigo Carlos de Corral, por el artículo que publicó en Tengolf hace unos meses sobre el papel de los padres de niños de corta edad que empiezan a competir y a hacer sus primeros pinitos en este deporte. No quiero repetirme en este tema porque explicó la problemática de maravilla y os remito a dicho artículo a los que os interese leer más sobre el tema. Por cierto, se me olvidaba, Carlos…¡Campeón de Europa Mid-amateur! ¡Felicidades por ello también!
Hoy en día, gracias a las redes sociales, y a trabajos como el que realiza gente como Adolfo Luna en muchos de los torneos amateurs en España, uno se puede ir enterando de lo que va pasando por los campos. Y yo me pregunto: ¿el golf sigue siendo golf? ¿se propugnan hoy en día los mismos valores que antaño en este deporte: humildad, deportividad, respeto, caballerosidad, compañerismo…? ¿vale todo para ganar? ¿es ganar lo más importante en golf?
Últimamente he visto berridos absolutamente fuera de lugar después de meter putts para pasar eliminatorias de campeonatos por equipos. He visto a jugadores haciéndole repetir un golpe a su compañero competidor en match play por haber tirado fuera de lugar, después de haberla dejado prácticamente dada. He visto a jugadores casi llegar a las manos en enfrentamientos por equipos en el campeonato de España por regiones. Veo capitanes de equipos intentando convertir a sus jugadores en gladiadores, en lugar de forjar jugadores de golf. Hablo de niños menores… ¿Pero esto qué es? ¿Estamos hablando de golf o de fútbol? ¿Es que la educación de unos niños no es más importante que una competición de golf? Es absolutamente deplorable.
Este año, en el campeonato de España amateur, celebrado en el Prat, el miércoles por la tarde, víspera del inicio del torneo, el campo era un patatal, calles inundadas de chuletas como si fuera un campo de minas, greenes cuajados de piques no reparados, vergonzoso… El club había dejado el lunes el campo en manos de los jugadores en unas condiciones que pocas veces lo había visto, de diez, con el esfuerzo que ello conlleva. Ese trabajo de meses nos lo habíamos cargado íntegro en 48 horas.
Me gustaría volver a ver al jugador que después de meter un putt para ganar una eliminatoria de cualquier torneo pensara en su compañero competidor, se sacara la gorra y le diera las gracias por haber compartido ese buen enfrentamiento. Me gustaría volver a ver jugadores reponiendo las chuletas y sus piques, y las de los que se hayan olvidado puntualmente, cuidando el trabajo de todos. Me gustaría ver a jugadores alegrándose por el éxito del compañero y formando parte de él. Me gustaría sentir y ver que lo más importante en golf no es ganar, sino disfrutar del proceso, disfrutar del trabajo, disfrutar de los momentos que este maravilloso deporte nos ofrece, de los buenos y de los no tan buenos, y si al final del día has hecho todo lo que has podido, oye, no estás obligado a más. Veo demasiados lloros, demasiada presión por los campos. Esto desde luego no es fútbol, ni es un combate entre gladiadores donde el más cachas gana. ¡¡NO!! Me niego a admitir eso.
Dediquémonos a promover otra vez los valores de la deportividad y el compañerismo, dejemos de promover los Barça-Madrid, dejemos de hacer creer a los chavales que el que le ponga más ‘huevos’ y más picardía mañana, ganará. Todo esto no nos puede llevar a nada bueno. Hago un llamamiento desde aquí a federaciones, entrenadores, capitanes, acompañantes, padres, delegados y, sobre todo, a los jugadores… Señores, esto es golf.
Éste es un deporte tremendamente difícil de gestionar emocionalmente, especialmente en los momentos malos, todos lo sabemos. Pero dejemos de una vez de promover la competitividad desmedida y aquello de todo vale. Ganar no es lo más importante y menos cuando hablamos de edades tan tempranas. Luchar como gladiadores tampoco lo es. Lo más importante es ser buenas personas, respetuosas, forjar a esos jugadores de golf de futuro, que disfruten con el deporte y con los valores que de él se presuponen. Ya llegará el momento de meter el putt para ganar el Masters… Que por cierto, año sí y año también, cuando esto sucede, cuando el campeón del Masters mete ese último putt, lo celebra sí, pero lo primero que hace es darle un abrazo a su compañero competidor, darle las gracias, consolarlo en pocas palabras y decirle que en un futuro no muy lejano él será el campeón.
Intensidad, carácter, competitividad, todo es positivo… en su justa medida.
El juego lento es sin duda otra de las problemáticas del golf de competición en España. Seis horas en el campo en días de entrenamiento y jamás menos de cinco o cinco y media en días de competición para completar 18 hoyos. Es un problema para mí mucho menos importante que el antes planteado, pero sin duda tiene su calado. Culpa de ello sin duda tienen la televisión, los entrenadores, psicólogos y las federaciones.
No me quiero meter en exceso, pero hoy en día la complejidad con la que se inculcan los conceptos de rutinas, del golpe, pre-golpe, post-golpe… las mecánicas del movimiento, etcétera, añadido a lo que los chicos ven por la tele y quieren imitar, hacen que el golf se disfrute mucho menos y sea casi imposible fluir durante una ronda de golf. Pongo como posible culpable de ello también a las federaciones porque creo que tienen la responsabilidad de gestionar el tema mucho más de lo que lo hacen.
Chicos y chicas, si algún día llegáis a poder competir en circuitos profesionales de primer nivel, que sepáis que os va a costar carísimo en multas jugar a ese ritmo.
Ojalá entre todos podamos poner nuestro granito de arena para reconducir la salud del golf español, tanto dentro como fuera del campo. El futuro está en nuestras manos, ¿nos ponemos manos a la obra?
Estoy absolutamente de acuerdo, estuve en El Prat en el Campeonato de España y corroboro todo lo dicho por Alex respecto a a cómo trataron el campo los mejores jugadores de España. Aliento como él a todos los formadores de jugadores para que primen al espíritu del juego y no el resultado. Aunque yo probablemente y según el momento del Match, si juega fuera de turno y me la deja dada , le haría repetir el golpe jajaja.
Alex, lo has clavado. Pienso como tú pero me temo que estamos en bucle donde solo importa ganar a cualquier precio. Creo que capitanes y entrenadores tienen un papel fundamental y el comportamiento de los jugadores es el espejo de los capitanes y entrenadores. El «fair-play» se tiene pero es muy difícil inculcarlo. A mí, personalmente, no me gustan los ganadores que no son «señores». Ser buen golfista ( futuro profesional) no es solo pegarle a la bola recto y meter puts. Hay que saber vestir, comer, comportarse, dar las gracias en todos lados y ser un magnífico relaciones públicas. Cuando veo a algunos profesionales quejándose de no conseguir patrocinadores, se perfectamente porque no lo consiguen. Solo hay que verlos comportarse para e olivarse todo. Ojalá cambie la tendencia y le demos muchas más importancia a otros aspectos que no solo sean pegarle largo, recto y meter puts.
Te he visto más de una vez jugar Alex, y todo lo que hablas sobre el juego limpio está genial pero deberías empezar por aplicártelo a ti mismo. No serías la persona en la que querría que mi hijo se fijase
Más valor tiene entonces viniendo de el q sabra de que hablar..,de todas maneras algún momento de debilidad tenemos todos y más jugando al golf…si juegas n poquito bien lo sabrás..
La cultura del puño
Con 56 años y con mas de 52 jugando a golf se tiene la oportunidad de ver desde un plano cenital la evolución de nuestro juego-deporte y se puede observar que no sólo ha cambiado el material y por lo tanto el swing y la técnica, ha cambiado el mundo, han cambiado la industria, los medios de comunicación y como resultado la esencia del deporte.
Que ha resultado de todo este proceso? La impersonalidad y una falta de cultura golfística que va de la mano con una situación a nivel mundial donde se pretende re-encontrar el rumbo perdido en el que para colmo la propia industria está pasando por muy malos momentos. Pero es que la consigna es vender, el monstruo se ha hecho tan grande que se esta fagocitando y ahí reside la base del problema cultural. Lo que los jóvenes ven es lo que creen que consiste el juego. La cultura del puño.
Siempre ha sido algo que me ha indignado. Hemos perdido los valores. Se puede alzar el puño celebrando la victoria en un British Open en el Old Course al tiempo que se dice la metí y otra cosa es sacar un puño desafiante por embocar un birdie.
Comprendo que hay pasión, hay tensión y esta aflora pero el respeto a los compañeros competidores, al juego y al propio campo implican humildad y respeto hacia ellos.
Y ahí donde nos hemos extraviado. Tanto que las nuevas generaciones de jugadores se creen que jugar al golf es competir contra otros 120 jugadores y contra el campo en una carrera frenética de puños y exclamaciones en lugar de ser uno mismo jugando en el campo y con el campo conjuntamente con tus compañeros competidores para ver al final de la cuarta jornada quien lo ha hecho mejor y se proclama vencedor. Pero sigue siendo un desafío personal en el campo, con el campo y con tus compañeros competidores.
Pero todo esto tiene un reflejo inmediato y lo estamos viendo día a día en nuestras canchas y torneos. Esa cultura frenética del espectáculo a toda costa se ha apoderado de todo nuestro deporte y ha cambiado los valores de las nuevas generaciones de golfistas guiados en muchos de los casos por sus progenitores que en la mayoría de los casos no han tenido jamás un palo de golf en las manos y generando un base de jugadores con una actitud detestable.
Corroboro totalmente la opinión de Alex y de Carlos, dos puristas y dos sentimentales de la esencia del golf, pero lamento ser pesimista puesto que que no sólo nos encontramos ante una situación dónde la cultura base falla sino que además la industria guiada por la única premisa de la cuenta de resultados esta cambiando no sólo la identidad del deporte sino que también su propio concepto esencial.
Y es ahí donde nos encontramos, que rumbo tomar para hacer mas grande nuestro deporte sin perder su esencia y sus valores? El tiempo dirá
Totalmente de acuerdo. Con 63 años desde los 6 jugando a tenis y los últimos 25 a golf puedo afirmar que lo mismo que la ha pasado o le está pasando al golf le pasó al tenis hace 40/50 años. En mi juventud nunca se aplaudía el fallo del contrario y si la buena jugada, aunque fuera con más suavidad. El fair-play, por desgracia, ha ido desapareciendo. Juego MP a menudo de pareja con mi mujer y se desespera cuando doy un putt de medio metro, sobre todo si es producto de un buen golpe anterior, pero es como me enseño mi padre el deporte e intentado enseñarlo a mi hijo.
Por otra parte es cierto que Alex y Pablo han tenido momentos no demasiado acordes con las palabras actuales de Alex, pero si son producto de una reflexión bienvenidas sean y agradecer el esfuerzo por reconducir nuestro estimado deporte.
Esto muy complicado si la verdad es que lo que queremos el golf no se parezca al fútbol tenemos problemas, porque los match Play en edades tempranas que aún no saben gestionar las emociones del juego no ayudan a ello. Hay pensar también que las redes sociales ayudan a dar a conocer a todo el público en general nuestras grandes victorias y así ensalzamos al ganador y eso no es de gran ayuda para calmar el ego de los jóvenes.
El ano pasado durante un enfrentamiento entre clubs de categoría sub-18 el capitán de uno de los dos equipos dio la orden de que no se entregará ningún Putt y cuando a falta de 3 hoyos hacía falta un milagro por parte del equipo cuyo capitán había dado la orden el capitán le dijo a uno de sus jugadores que obligará a su rival a repetir el golpe cuando la dejaba a 1 m y metiendo se acababa el enfrentamiento repitió el tiro y la dejo aún más cerca.
Vaya ejemplo dan a veces los capitanes
100% de acuerdo con el contenido del texto,pero como decía un comentario anterior lo primero de todo es aplicarselo a uno mismo y a los que le rodean.
Yo mismo (y mucha más gente) pueden dar fe de comportamientos inaceptables de los hermanos Larrazábal durante sus años jóvenes.
O acaso hace falta recordar los exabruptos, gestos y quejas de todo tipo y hasta lanzamientos de wedges a la flora de los distintos campos del jovenzano Pablo bajo la mirada de sus padres?
Así que Alex, muy buenos propósitos e intenciones,pero antes que nada trata de aplicártelo a ti mismo/hermano.
No entiendo utilizar este medio para hacer una crítica personal hacia alguien que acierta. Si realmente todos estamos de acuerdo con el mensaje, ¿porque criticar al mensajero?, en mi opinión, igual de poco señor es no conceder un putt como utilizar estos medio sin identificarse para criticar a alguien que conoces. Concedele el putt y dile a la cara lo que piensas de él.
Yo tengo una niña en edad cadete e intento que siempre se comporte lo mejor posible en el campo, le cuesta en ocasiones, porque todos tenemos nuestro caracter, pero SIEMPRE repara piques y coloca las chuletas, eso es algo que no tiene que ver con el caracter, sino con la educación y formación que le dieron en su escuela de golf.
Ciertamente puede ser criticable que un capitán ordene no dar los putts cortos, pero ¿porque?, creo que tirar putts de medio metro con presión es algo que hay que superar, y que forma parte importante del juego. Creo que lo criticable de verdad es no cumplir las reglas, hacer gestos de desafio al contrario, lanzar palos o dar patadas a la bolsa, pero si estoy jugando una competición no veo porque criticar a quien simplemente utiliza las normas, y «beneficiar» a quien no las conoce o no las sabe o quiere aplicar. Un ejemplo, se dice que no se debería hacer repetir el golpe a quien no respeta el orden, creo que la primera reflexión que deberíamos hacer es que ese jugador al no respetar el turno, no ha respetado a su compañero de partida, quizás de manera involuntaria, pero quizas de manera voluntaria, ¿debemos exigir respeto para quien no respeta las normas, y que quizás lo hace voluntariamente para presionar a su compañero de partida?.
Creo que al final todo es cuestión de respeto y educación.
juego,deporte,profesion,espectaculo.
El golf es como una mesa con cuatro patas diferentes,
Como juego es apasionante,como deporte excluyente (no se puede perder el tiempo practicando otros )como profesion frustrante,selectiva feroz aleatoria y casi nunca con final feliz.
Como espectaculo es el unico que enfrenta continentes y ahi me quedo.
Soñar con que vuelva a ser solo un juego,es soñar tortillas señor Larrazabal.