Por Pedro Fernández, Serial ’16 hombres y una gesta’
Este tipo es un criminal pegando a la bola. No es tan alto como Álvaro Quirós o Dustin Johnson, pero zumba a la pelota como si se fuera a acabar el mundo…
Y además es un tío divertidísimo. Fue el único rookie de Europa en Medinah, pero vaya rookie. Os pido que me acompañéis para conocer un poco más a la seducción hecha jugador de golf…
Nicolas Colsaerts fue la sorpresa más agradable de la pasada Ryder Cup. En todos los aspectos. Es un tipo sensacional y en el campo se comportó como si llevara toda la vida jugando contra Estados Unidos. Tengo que reconocer que igual no soy muy objetivo con este belga-fracés que siempre está con una sonrisa en la boca. Sí, señores, me he hecho bastante colega suyo. Es mi partner. De hecho, tenemos pendiente una partidita de golf.
Igual no lo aparenta demasiado vestido de golfista, con la gorra y las gafas, pero ya os adelanto que, a mi juicio, se llevó el premio al jugador más elegante de la Ryder Cup. Es un súperclase vistiendo y después, lo que cualquiera puede ver: guapo, rubito, ojos azules, soltero… De los golfistas más atractivos que hay en el mundo en ropa de calle. ¿No es así, chicas? Un partidito en toda regla.
Pero además de la fachada, algo que cualquier puede ver, tiene un don de gentes espectacular, habla muy bien, es un relaciones públicas. Un fenómeno social. Nos hemos intercambiado los teléfonos y me ha prometido que la próxima vez que juegue en España estaremos juntos en el Pro-Am. Ojalá. En el putting green de Medinah, una vez, me comentó que estaba convencido de que yo tenía que pegarle más fuerte que él… Por supuesto me entró la risa floja… Éste no me ha visto últimamente.
Es un seductor. A Chema lo conquistó con su pegada y a las mujeres… Está claro. Vamos, que estaba yo allí, porque si no no sé qué hubiera pasado con mi novia Nuria…
