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Veinte años no son nada… o sí

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Sergio García, durante la primera ronda del PGA Championship. © Brian Spurlock | Golffile
Sergio García, durante la primera ronda del PGA Championship. © Brian Spurlock | Golffile

Con la perspectiva del paso del tiempo hay dos escuelas: por un lado están quienes, como Gardel en Volver, defienden que veinte años no son nada, y cabe suponer que cualquier subdivisión de esta cifra es menos que nada. Por ejemplo, los diez años que nos separan del 10 de agosto de 2008. Aquel día empezaron a circular los primeros haces de partículas por el colisionador de hadrones LHC (y aquí seguimos, pese a las alarmas propagadas por los pesimistas más imaginativos que hablaban de agujeros negros y de destrucción planetaria), vimos cómo José Luis Abajo conseguía la primera medalla española en esgrima en unos Juegos Olímpicos (en los de Beijing, o Pekín, como decíamos los de la EGB) y nos enteramos del fallecimiento del gran Isaac Hayes, ese titán de voz profunda que nos conquistó, con temas como Soul man o como los contenidos en la banda sonora de Shaft. Aquel día Sergio García igualó su plusmarca en un PGA Championship, que también es la mejor clasificación de un español en este grande, al finalizar segundo en la edición disputada en Oakland Hills, a solo dos golpes de Padraig Harrington, con quien libró un duelo electrizante hasta el último hoyo.

¿Qué pasa si comparamos el plantel de participantes del PGA Championship de 2008 con el de este año?

A otros, sin embargo, les pesan cada uno de los 3650 días, las 87600 horas y los 5256000 minutos que han pasado desde entonces; por ejemplo, a la inmensa mayoría de los deportistas de élite de todas las disciplinas. Se dice que el golf es un deporte de largo recorrido, que las carreras de sus practicantes se dilatan y que pueden competir a alto nivel hasta una edad avanzada (argumento manido que algunos desinformados usan para poner en entredicho la naturaleza «deportiva» del golf), pero ¿qué pasa si comparamos el plantel de participantes del PGA Championship de 2008 con el de este año? No se preocupen, no saquen el cuaderno que ya lo he hecho yo por ustedes: hay 25 jugadores que han jugado estos dos torneos separados por una década; es decir, pasados diez años aguantan en la élite un 16 % de los golfistas.

La grandeza de un grande

La cifra es significativa por el criterio que se emplea en el PGA Championship y que reserva una plaza a los 100 mejores golfistas del ranking mundial, aunque es cierto que hemos hecho una aproximación grosera, ya que estamos escogiendo un solo torneo como referencia y hay excepciones más o menos justificadas. Por ejemplo, el PGA Championship de 2008 fue el segundo grande que se perdía Tiger Woods después de su victoria épica en el U. S. Open de aquel año en Torrey Pines, a la postre su último triunfo en un major. Entre esos 25 jugadores que repiten hay nombres esperados e ilustres, como Henrik Stenson, Phil Mickelson, Justin Rose, Paul Casey, Ian Poulter, Bubba Watson, Adam Scott, Martin Kaymer, Vijay Singh… y, por supuesto, Sergio García.

Una cita inoportuna

¿Y qué pasa si nos remontamos unos cuantos años más, a aquel PGA Championship de Medinah que sirvió para presentar en sociedad a Sergio García? Por mucho que diga Gardel, veinte años en primera línea del golf mundial son muchos, y no es de extrañar que la cifra de golfistas coincidentes baje hasta solo ocho: Tiger Woods, Stewart Cink, Jim Furyk, Davis Love III, Vijay Singh, Phil Mickelson, Rich Beem y Sergio García. Si nos ponemos quisquillosos, podríamos decir que solo Woods, Mickelson y García se mantienen en la primera línea, ya que el resto flirtea con el circuito de veteranos o se prodiga cada vez menos en los torneos más importantes.

Jon se hace un sitio entre los ‘gallos’

Repitan conmigo: Woods, Mickelson y García. A lo mejor esta sencilla maniobra sirve para valorar lo que tenemos, aunque el de Castellón no esté pasando por uno de los momentos más brillantes de su carrera