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Blog de Jon Rahm | US Open | Número 1 | THE PLAYERS 2022

Antes pensaban que sólo era un español que siempre se enfada

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Jon Rahm
Jon Rahm atiende a los medios en el THE PLAYERS Championship 2022. (© Golffile | Fran Caffrey)

Hola a todos desde Sawgrass. Se presenta una semana complicada en cuanto al tiempo. El frío y el agua que se avecinan no me preocupa, soy de Bilbao, sólo faltaba, pero ojalá pasen las tormentas y no haya suspensiones.

Hoy quería compartir con vosotros una reflexión que a mí al menos me parece curiosa. Llevo ya unas cuantas semanas como Número 1 del mundo y hay personas que me han preguntado si este hecho ha podido cambiar el tratamiento que recibo en Estados Unidos por parte del público y de la prensa. 

Lo he estado pensando y mi conclusión es que no ha sido el Número 1, sino la victoria en el US Open y todo lo que pasó en el Memorial. En aquellas dos semanas hubo muchos periodistas en Estados Unidos que llegaron a entender cómo soy. Seguramente profundizaron más y me conocieron mejor. 

Antes del US Open se habían hecho una concepción errónea de quién soy. Pensaban que yo no era más que el español que siempre se enfada. Creían que eso es lo que había detrás del Jon Rahm jugador. 

Sin embargo, desde que pasó lo del Memorial algo cambió. Entendieron que aquello del Covid el sábado liderando con seis golpes de ventaja fue una faena enorme. Y encima, después, en el siguiente torneo acabo ganando el US Open. Su US Open. 

Yo creo que aquella victoria en Torrey Pines, con mi familia allí, con todo lo que ocurrió, con Kepa y todo eso dio a conocer mi imagen real. Estoy convencido de que fue eso más que el Número 1.

Para los americanos no es fácil. Aún hay veces que se sorprenden con mis respuestas o mis reacciones. No conocen el carácter español o vasco y tampoco es que les interese mucho. Soy muy directo, muy de Bilbao y la mayoría de las veces digo las cosas medio en broma, pero no lo entienden muy bien. Poco a poco.

Otra cosa curiosa que he detectado de un tiempo hasta aquí es que hasta el triunfo en el US Open no daban credibilidad a lo que yo decía. Nos les importaba demasiado mi opinión. Sólo me preguntaban si me enfadaba más o me enfadaba menos. Ahora, sin embargo, como he ganado el US Open, se ve que ya sí vale lo que yo pienso y me preguntan de todo, hasta de Ucrania o de cualquier controversia o asunto que rodee al Tour. Es una evolución curiosa y me imagino que hasta cierto punto es incluso lógico.

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