Aún estoy con una sonrisa en la boca por el cuarto puesto en China. Os escribo desde el aeropuerto de Hong Kong, a punto de coger un vuelo para volver a casa. Qué ganas. Estoy cansado por estas dos semanas de gira asiática, pero satisfecho con los resultados, especialmente por hoy. Os cuento…
He jugado un gran golf hoy. Han caído tres birdies en los nueve primeros hoyos, aunque en realidad he podido hacer muchos menos golpes. Sí, ya sé que muchas veces lo decimos los profesionales, pero esta vez es de verdad. En la segunda vuelta he pegado buenos tiros, no he podido acertar con el putt. También es cierto, porque me gusta decirlo todo, que he sacado dos grandes pares al final los dos últimos hoyos (17 y 18) que me dejan muy contento (ver crónica del torneo).
Quizás la clave esta semana estuvo en la ronda de ayer. Empezó algo torcida y la verdad es que no me parecía demasiado justo. No entiendo por qué después del hoyo cuatro iba +3 en el día, había pegado mal al drive, pero no para ir con ese resultado. Pero bueno, luché y luché. No bajé los brazos, aunque yo siempre digo que eso es lo que siempre hay que hacer. Tenía que seguir confiando en mi juego y pegar buenos golpes a bandera… y ¡menos mal que salieron!
El golpe de la semana fue también ayer. En el hoyo 15, un par 3 de 166 metros con viento en contra. Pegué el hierro 6 directo a la bandera, y no acabó dentro del hoyo por apenas 10 centímetros.Yo sólo vi las caras de los espectadores y los cámaras de televisión. La pelota no quiso entrar y la pena es que había un ¡Ranger Rover de premio! Está claro que lo mío no es conseguir premios por hacer hoyos en uno… (jajaja).
