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Final de la I División de la NCAA

Un épico Chacarra se queda a un dedo exacto de la gloria

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Eugenio López Chacarra
Este fue el putt del hoyo 18 de Chacarra para ganar la NCAA.

Un dedo. Nada. Un par de centímetros. Un ay. Cuatro briznas de hierba mal contadas. Eso es lo que ha separado a Eugenio López Chacarra de la gloria este lunes de madrugada en Scottsdale, Arizona, en el Grayhawk Golf Club. Un dedo. Un cuarto de vuelta más de la bola en el hoyo 18 y el golfista madrileño se habría convertido en el segundo español de todos los tiempos que gana la gran Final de la NCAA, la final universitaria de Estados Unidos, uno de los torneos amateurs más importantes del año.

La ronda final de la primera división de la NCAA ha sido una locura absoluta. El viento ha apretado con fuerza y ha puesto las cosas muy difíciles. Si a las condiciones le unimos los nervios propios de una competición tan importante, el resultado es una montaña rusa de emociones y resultados.

La vuelta de Chacarra es para analizarla en un manicomio. Comenzó con un bogey en el 1, un birdie en el 2 y otro bogey en el 3. Un completo presagio de cómo iba a ser el día entero. En el 5 logró otro birdie metiendo un chip de mucha calidad desde fuera de green y después llegó la catástrofe. Enlazó un doble bogey en el 6 y un triple bogey en el 7. De golpe y porrazo pasó de liderar la gran final a colocarse a cinco golpes de la cabeza. 

Aquello pareció su sentencia de muerte. Fue bonito mientras duró. Sin embargo, Chacarra no estaba por la labor de sacar la bandera blanca tan pronto. Demasiado cerca están los ejemplos de su Real Madrid y Rafa Nadal como para entregar la cuchara. Aquí no se rinde nadie.

Eugenio logró tres birdies consecutivos después del descarrilamiento. Alucinante. Esto es una reacción y lo demás tontería. Un diez sobre diez en actitud. Los hizo en los hoyos 8, 9 y 10 y, aunque seguía por detrás, cogía mucho aire y se metía de nuevo en la batalla.

Chacarra enlazó cuatro pares del 11 al 14, la parte más ‘abrurrida’ del día y firmó otro birdie más en el 15. Justo ahí empató de nuevo con los líderes. Era una batalla a cinco. Parker Coody y Ryan Burnett habían terminado al PAR y Chacarra, Gordon Sargent y Chris Gotterup estaban aún en el campo con un total de -1. 

Eugenio rubricó un par sensacional en el hoyo 16, un duro par 3. Su bola se fue larga de green por muy poco y le quedó una recuperación muy peliaguda. Lo hizo de cine. La bola, de hecho, pasó cerca del hoyo con su approach, pero se pasó unos tres metros. Putt de mucho compromiso. Sus compañeros de partido y rivales por el título tampoco alcanzaban el green de uno y cometían bogey. Chacarra, por contra, metía el putt de tres metros y se colocaba como líder en solitario a falta de dos hoyos. Situación idílica. La gloria, a la vuelta de la esquina.

Aún quedaba mucha tela que cortar… Su salida en el 17 no fue bueno. Salió más por la derecha de lo que buscaba el español y se quedó detrás de un arbusto. Tenía tiro a green, pero la posición era muy incómoda y tenía que tocar bastante rama hasta contactar con la bola. No lo hizo mal, consiguió llevar la pelota a green, pero le quedó un putt de casi veinte metros. Su intento de birdie se quedó corto casi cuatro metros y falló el putt de par. Bajaba de nuevo al par y Gotterup les perdonaba la vida fallando un putt de birdie de menos de dos metros. Salían los tres al par, empatados con Coody y Burnett y la opción de ganar el torneo con un birdie en el último hoyo.

Chacarra fue quien mejor jugó el 18. Pegó un drive de salida descomunal de casi 400 yardas y se dejó una opción de birdie de unos siete metros. Jugó el hoyo de libro bajo máxima presión. Los otros dos también estaban en green, pero mucho más lejos. Patearon antes y fallaron. Sargent hizo par y Gotterup cometió bogey. El torneo estaba en ese putt de Chacarra…

Tiró un putt espléndido, con la línea perfecta, directo al hoyo… pero le faltó un dedo, un maldito dedo para caer en el agujero y ganar la NCAA. La bola no entró y salieron al desempate Coody, Burnett, Sargent y Chacarra. Volvieron a jugar el 18 y todo se resolvió en el primer hoyo. Chacarra no lo jugó bien. Falló la salida al búnker y pegó un segundo golpe muy a la izquierda. Se le quedó un approach complicadísimo, desde arriba, en el rough, con búnkers por delante y agua al fondo… De locos. Lo hizo bastante bien, pero se le escapó el putt de par de algo más de dos metros. Ese último putt no importó mucho, ya que el título se lo llevó Gordon Sargent, de la Universidad de Valderbilt, con un putt de birdie de menos de dos metros. Fue el único que cogió calle y pegó un tirazo de dos. Curiosamente, fue su único birdie del día. Increíble. Es el primer jugador en la historia de Vanderbilt que gana este prestigioso título.

Adolfo Juan Luna consiguió localizar a Chacarra al poco tiempo de acabar el torneo y su primera valoración exhausto fue: «he luchado como un jabato».

Chacarra se ha quedado a un dedo de hacer historia y suceder en el palmarés español de este torneo a Alejandro Cañizares, único de los nuestros que logró el triunfo en 2003, con la Universidad de Arizona State. Sea como fuere, sombrerazo para su actuación. Gran segundo puesto y peleando hasta el final. Vean este dato: en los últimos 1.500 torneos del PGA Tour sólo un jugador consiguió ganar tras hacer un doble bogey y un triple bogey en la ronda final. Fue Rickie Fowler en 2019 en Scottsdale… Alucinante. Fowler, como saben, también jugó para Oklahoma State, como Chacarra. Parecía que la historia estaba escrita, pero faltó un dedo.

Mención especial también para el torneo de David Puig. El golfista de Barcelona y Arizona State acabó en la undécima posición. Ahora, los dos españoles jugarán la final por equipos en formato match play. Oklahoma State se enfrenta en cuartos a Texas y Arizona State se verás las caras con Oklahoma.

Consulta aquí los resultados finales individuales de la Final de la NCAA