Inicio Blogs Nacho Elvira Creo que tengo el juego pero a veces soy mi propio enemigo

Creo que tengo el juego pero a veces soy mi propio enemigo

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Nacho Elvira. © Golffile | Phil Inglis
Nacho Elvira. © Golffile | Phil Inglis

Hola a todos desde Pedreña. Hoy pongo en marcha mi nuevo blog y no lo podía hacer en un sitio mejor, cerca de casa, en un campo que me encanta y jugando el Pro-Am de Ramón Sota. Esto es un debut en condiciones.

Quiero aprovechar este estreno para hacer un balance de 2019 y, sobre todo, compartir con vosotros lo que he aprendido. Porque nunca se deja de aprender. Qué deporte más maravilloso éste del golf. En cada vuelta te deja algo. Siempre hay margen de mejora. Nunca deja de sorprenderte.

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Arranco hablando de lo más positivo del año. He estado varias semanas con opciones de ganar. Recuerdo en Qatar, Malasia, China, que salí en la penúltima partida, o India. Fue un mes de marzo muy bueno. Me quedo con eso. He estado cerca y he aprendido mucho. Y aquí es donde está el meollo del asunto que os quiero contar…

Estos días de diciembre, sin torneos, son perfectos para entrenar duro, trabajar el físico y analizar de manera tranquila y profunda todo lo que ha pasado para detectar dónde hay margen de mejora. Lo he estado viendo con mi equipo, con Pepín Rivero, Edu Serrano y Diego Suazo y hemos llegado a dos conclusiones importantes. La primera tiene que ver con la manera de entrenar durante los torneos y la segunda, que luego os explicaré de forma más detallada, con el inicio del año en Abu Dhabi.

Nacho Elvira.

Os pongo en antecedentes. Yo era de los que pensaba en la mítica frase de que cuanto más entreno, más suerte tengo… Es decir, cuantas más horas meta a practicar, mucho mejor. Sigo creyendo en esto. Es importante trabajar duro, pero con matices. El problema es que a veces se me iba de las manos. Me refiero, sobre todo, a las semanas de torneos. Había miércoles, antes de empezar la primera jornada, e incluso muchas veces después de las propias vueltas de juego, que me ponía como un salvaje a dar bolas en busca del swing perfecto.

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Nos dimos cuenta del problema en Turquía. Me obsesioné con dar muchas bolas después de cada ronda y el domingo exploté. Al final ya no sabía por donde subía o bajaba el palo… Fue contraproducente. Por eso, la siguiente semana en Sudáfrica tomamos medidas. Decidimos establecer una rutina de entrenamiento fija. Hubo algún momento en el que incluso quería hacer más cosas, pero respetamos lo que habíamos planificado. Fue la mejor semana del año. El único problema es que fue la última. Llegó un poco tarde. Lo bueno es que tenemos claro lo que queremos hacer.

¿Y por qué es importante todo esto? Porque hemos detectado que a veces me cuesta llegar fresco a los dos últimos días del torneo y especialmente el domingo. He jugado bien muchos jueves y viernes, pero después cuando he tenido que apretar las dos últimas jornadas, mentalmente no hay problema, pero físicamente sí he notado un bajón. No he estado todo lo fresco que me hubiera gustado y, a la postre, afecta a la cabeza. He acabado mentalmente más quemado. Me cuesta concebir la idea de no dar dos horas de bolas si no estoy jugando bien, pero eso es lo que tenemos que cambiar.

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Así las cosas, vamos a tener una planificación clara durante las semanas de torneo para estar más frescos en competición. Cuando no hay campeonato se puede, y se debe, entrenar y practicar más, pero cuando estamos jugando hay que centrarse más en competir. Guardar energías. Muchas veces nos obsesionamos con hacer el swing perfecto y yo al menos me quemo demasiado. No se trata de dejar de trabajar, obviamente, sino de hacerlo con más orden. Hay que saber que seguramente no le voy a pegar perfecto una semana, pero que aún así tengo juego suficiente para competir y con eso hay que ir con todo. Es más importante estar fresco y con energías que obsesionado por tener un swing perfecto. Además, dar muchas bolas puede ser una pescadilla que se muerde la cola. Si de cada 100 bolas hay 15 que no son buenas, cuando das 200 son 30… Y lo vas arrastrando.

Nacho Elvira esta semana en el Club de Campo Villa de Madrid. © Golffile | Hugo Alcalde
Nacho Elvira, en el Club de Campo Villa de Madrid. © Golffile | Hugo Alcalde

También he cambiado mi planteamiento en cuanto a las victorias. Sigue siendo el gran objetivo, como cualquier jugador profesional que se precie, pero el enfoque es diferente. Mi obsesión los años anteriores era ganar y eso hace que intentes tener todo bajo control, pero hay cosas que no son posibles porque no dependen de ti, compites contra otros. Por este motivo, Pepín, Edu, Diego y yo hemos llegado a la conclusión de que vamos a hacer el trabajo de la mejor manera posible y después veremos a donde llegamos… Si de verdad doy el máximo y quedo segundo, pues hasta ahí hemos llegado esa semana. Las victorias serán una consecuencia del proceso.

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También vamos a afrontar el inicio del año de manera diferente. Adelantamos la llegada a Abu Dhabi, el primer torneo del año. En lugar de estar allí desde el lunes, llegaremos el fin de semana previo. La idea es aprovechar que Callaway ya estará allí para preparar y ajustar los palos. El objetivo es tener mi bolsa hecha, perfecta y preparada el lunes para pensar sólo en el torneo, y no en la varilla que le quiero poner, el loft o lo que sea… Después, durante el año se irán haciendo nuevos ajustes. Estoy muy contento con el material. Me gustan mucho los hierros y los wedges y sólo me queda ajustar un poco las maderas para estar igual de cómodo que me encuentro con los hierros. Por cierto, hago la gira del desierto completa: Abu Dhabi, Dubai y Arabia.

Quiero aprovechar para decir que estoy muy contento con Callaway y con Lacoste, mi otro patrocinador principal. Son muy profesionales. Las prendas de Lacoste son espectaculares, técnicas, buenísimas para el frío, elegantes… Estoy muy satisfecho.

Remato con una cosa que tiene que ver con lo que ya he comentado de las victorias. En ocasiones me he obsesionado también con los rankings. Este año, por ejemplo, en China pensé mucho en la idea de que si quedaba segundo o tercero, más o menos, me metía en el PGA Championship. Eso me hizo pensar durante la vuelta en que si hacía esto o lo otro me acercaba al objetivo o me alejaba, empecé a comerme la cabeza y me puse presión a mí mismo. Son errores que tengo que pulir y centrarme sólo en lo que puedo controlar. El objetivo es subir en la clasificación mundial y jugar Grandes, pero para ello tengo que centrarme en el día a día, en el corto plazo, en dar el ciento por ciento en cada momento y todo lo demás vendrá solo. Creo que tengo el juego, pero a veces soy mi propio enemigo…