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El balance, un ligero ajuste, renovaciones y una bola que me hace tilín

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Nacho Elvira y Diego Suazo, durante el último torneo del año en Dubai. (© Golffile | Eoin Clarke)

El balance de 2021 tiene que ser necesariamente bueno. Una de las cosas que hemos conseguido es ganar un torneo en el European Tour. Puede ser que se haya retrasado un poco más de la cuenta, pero al fin llegó y el año en ese sentido debe ser muy positivo.

De todos modos, aunque es obvio que lo que más luce es la victoria y para eso trabajamos, de lo que estoy más satisfecho en este año que termina es que he notado mucha mejoría en muchos aspectos y me he sentido más tranquilo y cómodo. El inicio de 2021 no fue muy bueno, para que nos vamos a engañar, pero seguimos esa línea de trabajo y estoy contento de que al final, como quien dice de una semana para otra, todo cambiara. El final me ha dejado un sabor un poco agridulce porque esperaba más, pero el balance es bueno.

La mejoría de este año ha sido global, en conjunto. Posiblemente, donde yo más lo he notado ha sido desde el tee. Me he sentido mucho más cómodo y consistente tras un par de años algo erráticos. Ahora siento que puedo manejar la bola desde el tee, pegar con draw, con fade y con confianza. Donde posiblemente no ha estado el juego tan fino ha sido con los hierros. Sin estar mal, porque no es verdad, me ha costado más estar completamente cómodo. El juego corto ha estado bien y en el putt también he visto mucha mejoría, con un trabajo mucho más concienzudo, un plan claro y ordenado de entrenamientos que me ha aportado mucho. En general estoy muy cómodo con la línea de trabajo que llevo desde hace meses y la mejoría constante, aunque en ocasiones pueda ser sólo del uno por ciento cada día, pero siempre adelante.

Un ligero ajuste en el inicio del swing

Precisamente, dentro del margen de mejora está el juego con los hierros y en esos estamos trabajando este invierno. Hemos realizado un pequeño ajuste en el swing, ningún cambio drástico ni mucho menos porque tampoco creo que haga falta, pero sí hemos incorporado un gesto nuevo para ser más consistente. Se trata de iniciar el movimiento con la cara más cuadrada. Yo naturalmente, tras años y años de entrenamiento, tenía la tendencia a iniciar el movimiento con la cara un poco más abierta y después compensaba con las manos. Era mi swing natural y no me costaba, pero para ganar en consistencia hemos decidido ajustar este aspecto. Ahora busco arrancar el movimiento con la cara más cuadrada. Me resulta raro y extraño, ya que a mí me da la sensación de que saco la cara cerrada, pero es cuestión de acostumbrarse. Lo tengo claro porque la bola sale mejor cuando lo hago. Ahora toca repetir y repetir hasta hacerlo de manera natural. A mí no me gusta pensar en cosas técnicas en competición, por lo que estas ocho semanas de pretemporada son el momento idóneo para trabajarlo y asimilarlo.

Objetivos claros para 2022

En cuanto a los objetivos para 2022 no cambian mucho. Es un póker de logros que en cierto modo están relacionados. Quiero volver a la Final de Dubai, meterme entre los 100 primeros del mundo, lograr mi segunda victoria y jugar mi primer Campeonato del Mundo o Grande. Para todo estos no hay otra fórmula que trabajar mucho, y en eso estamos. Por lo pronto, estoy entrenando más que nunca en mi vida la parte física, especialmente la fuerza. El objetivo principal no es ganar velocidad o fuerza para la distancia, sino preparar los músculos para aguantar después toda la temporada. En este sentido, diría que hasta me ha venido bien la suspensión de los dos torneos en Sudáfrica, ya que me ha permitido dedicar más tiempo a esta parcela.

Seguimos con Callaway y Lacoste tres años más

En cuanto a mis colaboradores, todo sigue igual. Trabajo con Pepín Rivero la técnica, Edu Serrano la parte física, Joseba del Carmen el aspecto mental y mi manager es Richard Rayment. Por supuesto, ahí sigue Diego Suazo… y ahí seguirá hasta que él quiera. Por cierto, aprovecho para dar dos buenas noticias: he renovado mi contrato con Callaway y Lacoste por tres años más. Estoy muy contento. Y un último detalle… He tenido la oportunidad de probar la nueva bola Callaway y la primera sensación ha sido muy, muy buena… La noto un poco más blanda y me gusta. Ya os iré contando…