Este Masters de Augusta, según lo veo, viene marcado de entrada por la incertidumbre que rodea a algunos de los grandes pesos pesados del golf mundial. Y hay que empezar con el Número Uno, Dustin Johnson, que no parece llegar en su mejor momento, o no al menos en el momento que estaba el pasado mes de noviembre. De todos modos, por ser quien es, yo lo voy a seguir poniendo como mi primer candidato.
Jon Rahm: ni se quita del cartel ni se siente en desventaja
Además tenemos a Rory McIlroy, que aparentemente tampoco está en un pico alto y que acaba de cambiar de entrenador. O Brooks Koepka, que llega muy justo con todos los problemas que ha tenido en una rodilla. E incluso Jon Rahm, que acaba de ser padre y al que, por cierto, aprovecho para felicitar por su paternidad, deseando que en efecto su hijo Kepa venga con un pan debajo del brazo.
De todas maneras, mi ‘quinteto ‘titular’ de favoritos principales sería, por este orden: Dustin Johnson, Justin Thomas, Jon Rahm, Bryson DeChambeau y Xander Schauffele. A Schauffele lo meto en esta quinta posición, pero la verdad es que pienso que este Masters, por todo lo dicho, puede ser propicio para algún jugador de su perfil que de momento aparece en una segunda línea, por detrás de los grandes pesos pesados.
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El campo, como se podía suponer, va a estar distinto a como lo vimos en noviembre. Cuentan desde allí que los greenes ya estaban muy duros y rápidos el lunes, pero es que no hay que engañarse: a día de hoy los greenes son la principal y casi la única gran defensa del Augusta National.
Y aún así, yo diría que cada vez son más los jugadores que no se sienten incómodos en greenes de esas características, puesto que en el PGA Tour cada vez vemos más campos con una preparación de los greenes muy similar.
DeChambeau desvela a medias su arsenal secreto para el Masters
Por último me gustaría recordar que esta semana se cumple mi ‘mayoría de edad’ desde que estuve por primera y única vez en el Augusta National, haciendo de caddie a mi hermano Alex. Han pasado ya dieciocho años y parece mentira. Aprovecho, como hermano pequeño, para darle las gracias por haberme permitido vivir aquella experiencia inigualable, que para mi fue un pilar fundamental en todo lo que ha venido después en mi carrera.
