Esta semana toca descansar en Suecia. Los palos van a estar unos cuantos días en el armario y supongo que como mucho iré a dar unas bolas algún día. Como dije en mi última comparecencia ante los medios en Carnoustie, también toca hacer ejercicios de visualización en el green, que viene a ser una práctica virtual en la que tes ves a ti mismo embocando algunos putts y que ayuda para coger confianza.
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Pero sí, hay que descansar porque estas semanas en las que los resultados no acompañan se hacen más duras a nivel mental. También quiero insistir en otra idea que he repetido: es verdad que he terminado muy atrás en el Open y no fue el fin de semana que esperaba, pero ha sido un corte pasado en un ‘major’ y eso tampoco conviene olvidarlo.
Desde Suecia iré directamente a Akron para jugar el Bridgestone Invitational y acto seguido jugaré el PGA Championship, el último Grande del año. No hace falta decir que son dos de los torneos más importantes de toda la temporada y espero que las pequeñas mejoras que he tenido en los greenes se consoliden.
A partir de ahí, y pensando sobre todo en la clasificación para el equipo europeo de la Ryder, mi calendario va a depender precisamente de lo que ocurra en estos dos torneos, donde hay tantos puntos en juego. Será después cuando tenga que valorar qué necesito y qué puedo hacer, aunque mi idea es quedarme en Estados Unidos hasta los play offs de la Fedex Cup y no regresar a Europa.
