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Corti: una conexión al instante

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Corti, en el centro, rodeado por Jeff Koski, David Durán y Alejandro Rodríguez.

Este sábado ha muerto José Manuel Cortizas. El gran Corti. Un buen hombre. Un periodista honesto. Escribía en El Correo y consagró su pluma en los últimos cuatro años a contar cada golpe de Jon Rahm. Alternaba el golf con el baloncesto, con su Bilbao Basket, y con alguna velada de boxeo. Todo lo hacía con la misma pasión, aunque Jon desde el principio fue su ojito derecho. Esto lo decimos nosotros.

Nos vimos por primera vez en el pescante trasero de un buggie en Augusta National. Año 2017. Íbamos al tee del 1. Salía Rahm. El camino desde la sala de prensa apenas duraba dos minutos. Nos sobró tiempo para conectar para siempre. Su presentación estuvo a la altura de su ingenio. «Hola, me llamo Corti y hace diez días no sabía ni lo que era un palo de golf. El sheriff del periódico me dijo que tenía que ir a algo que se llamaba Masters, a seguir a alguien que se llamaba Jon y aquí estoy. Perdóname si te pregunto alguna chorrada. Fíjate tú, haciendo golf, quién me lo iba a decir a mí con lo que odio andar…».

Allí, en ese mismo instante, nació lo que dos meses más tarde recibiría el nombre de ‘comando Milwaukee’, con Corti, David Durán y Alejandro Rodríguez. Inseparables. Así se llamó porque se alumbró en el US Open de Erin Hills. Todos los viajes a los Grandes y no Grandes desde ese día los hicimos juntos. Maldito Covid que te llevas a Corti. Maldito Covid que nos robaste los cuatro Grandes del año pasado. Maldito Covid que nos han robado tantos Grandes que nos quedaban por vivir juntos. Por contar juntos. Por disfrutar juntos.

Aterrizó en el golf sin saber nada y se marcha siendo el mayor experto de España en ‘rahmología’. Bendito cuaderno de cuadros donde apuntaba con rotulador fino TODOS los resultados de Jon Rahm. Hoyo a hoyo. Vuelta a vuelta. Torneo a torneo. Era su biblia. Y la llevaba consigo a todas partes. «¿Tú que crees que es mejor, un círculo para los birdies y un cuadrado para los bogeys o al revés?». Eran sus dudas.

Entrañable, cariñoso y muy divertido. Siempre tenía a mano la broma exacta para destensar, para reír, para poner el broche perfecto a cualquiera de esas maratonianas jornadas de trabajo en los torneos. Vamos a echar de menos tantas cosas: sus tarareos infinitos con cualquier canción que sonará en la radio acompañando los maitines de Durán, sus charlas eternas y repletas de amor y complicidad con su hija June, las discusiones sobre el Athletic, las cervezas raras de Brooklyn, sus hazañas nocturnas a los mandos de una batería imaginaria en el bar el Comercio, su garito,… Tantas y tantas cosas.

Corti se va muy pronto. Había empezado con el golf y se había enganchado de la mano de Eduardo Celles. Hasta había hecho su primer birdie en uno de los pares 3 que ya estaba jugando. Por supuesto, mandó la foto con el puño al aire celebrando. Teníamos partidas pendientes. Maldito Covid. Se había comprado un nueva casa, muy cerca del mar, para su pesca, y estaba muy ilusionado.

Algún día Rahm ganará un Grande y a lo lejos atronará la voz de Corti, de Rocco o de Tricky, lo mismo da, gritando de felicidad…

Adiós, amigo. Descansa en paz. Un grande. Desde Ten Golf mandanos nuestro más sentido pésame a su familia y amigos.

5 COMENTARIOS

  1. Mi más sentido pésame, siempre tendremos esa voz inicial en los podcasts de Bola Provisional y esas divertidas intervenciones que hizo en algunos de ellos o Tricky comiendo galletas… Un abrazo y mis condolencias a la familia y amigos

  2. Me encantaba ver el golf siguiendo el directo que escribía en El Correo cuando jugaba su morrosko de Barrika. Un abrazo fuerte para su familia y amigos.

  3. Dende a terra de seus pais , tamen o lembraremos.
    Que a travesía lle leve.
    Apertas para todas as suas amizades e familia.

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