No se puede decir que Adri Arnaus tenga su plaza ya asegurada en el próximo PGA Championship, ya que sería demasiado aventurado, pero sí se podría sentenciar que tendría que pasar algo muy raro para que el jugador español no se una a Jon Rahm, Sergio García, Rafa Cabrera Bello y Jorge Campillo en la cita del TPC Harding de San Francisco del 3 al 6 de agosto.
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Todo tiene que ver con la decisión adoptada este miércoles por el ranking mundial de congelar la clasificación en la semana 11 de 2020 (15 de marzo) a efectos de calificación para los WGC y los Grandes. Esto significa que, si no sucede nada extraño, Arnaus que estaba en el puesto 106º del ranking en esa semana 11 tiene todas las papeletas de jugar el PGA Championship.
La razón está en unas cuentas a salto de mata realizadas en función de las últimas 20 ediciones del PGA Championship. Repasando todas y cada una de esas ediciones, la lista de entradas de jugadores siempre fue más allá del puesto 106º de la clasificación mundial, en ocasiones llegando fácilmente más allá del puesto 120º y habitualmente por encima del 110º. Tanto es así que en los últimos 20 años hemos tenidos dos campeones, Y.E. Yang y Keegan Bradley, que llegaron al PGA en los puestos 110º y 108º del mundo.
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Como decimos, estas cuentas no son las tablas de la ley, pero algo raro tendría que ocurrir este año para que por primera vez en tanto tiempo no se llegara hasta el puesto 106º del ranking mundial. Cuando hablamos de algo extraño es, por ejemplo, que el PGA Championship elabore unos nuevos criterios de exención para su Grande, algo inesperado aunque en esta época tan cambiante de Coronavirus tampoco hay que descartar al ciento por ciento.
Lo que sí tiene claro Adri es que pase lo que pase mantiene sus planes firmes de ir a Estados Unidos a jugar las previas del Korn Ferry Tour. Aunque esos torneos, ni los del PGA Tour, no vayan a contar a efectos de clasificar para el PGA o el WGC FedEX St Jude, Arnaus tiene previsto cruzar el charco, junto con su caddie, Pello Iguarán, ya que su objetivo va más allá de estar en el Grande de San Francisco. La idea es competir cuanto antes para tener el rodaje suficiente cuando lleguen las citas más importantes. Mientras, al mismo tiempo, estará entrenando en Estados Unidos.
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Eso sí, aún no tiene luz verde para viajar a América. Sigue pendiente de conseguir la autorización para poder entrar en Estados Unidos con la justificación de que va a jugar en los circuitos profesionales de allí. Se están haciendo gestiones y las sensaciones son positivas de que antes o después lo acabará consiguiendo, pero de momento está en trámites.
