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Colomo saca a pasear de nuevo al guerrero que lleva dentro

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Javier Colomo tocó fondo el viernes del CIMB Niaga Indonesian Masters.

Su confianza andaba tocada, su swing funcionaba regular, anímicamente no estaba para tirar cohetes y, encima, un doble bogey en el último hoyo lo dejaba fuera del corte por un solo golpe. Ya, ni la suerte estaba con él. Demasiados palos, demasiada adversidad, demasiadas dudas. Necesitaba reaccionar…

Ha pasado un mes y medio desde entonces y muchas cosas han cambiado. Colomo se ha reencontrado con el guerrero que lleva dentro. Se ha levantado de la lona y va a luchar hasta el final. «Me senté conmigo mismo y realicé un ejercicio de sinceridad. Me pregunté cosas, si todo esto merecía la pena, si quizás estaba dándole yo demasiado al golf y, sin embargo, él no me estaba dando casi nada. Fue un bajoncillo, en cierto modo se me había venido el mundo encima. Tenía que tomar una decisión y fue ir a por todas. Voy a jugar a tope lo que queda de temporada en Asia y voy a intentar la Escuela del Circuito Europeo. Después, ya veremos qué pasa, pero por mí no va a quedar», afirma a Ten-Golf desde Kuala Lumpur donde esta semana juega el Worldwide Holdings Selangor Masters.

La temporada empezó con toda la ilusión del mundo. Se había ganado un estatus después de una magnífica temporada en Asia en 2012. Era un año apasionante y, sin embargo, todo se empezó a torcer pronto. «Ha sido un cúmulo de cosas. Trabajé mucho y creo que bien durante la pretemporada, pero hicimos unos cambios en el swing y alguno no debería haberlo hecho porque en competición no ha salido bien. Además, entre el Avantha de la India y el Maybank de Malasia tuve un pequeño bache mental. De repente miré hacia adelante y se me hizo duro pensar en otro año completo en Asia, muy lejos de casa, de los amigos, de la familia. La temporada anterior había sido muy dura y creo que empezó a aflorar todo. Después, tampoco he tenido suerte. El corte que fallé en el Open de España o el de Indonesia que comenté antes me hicieron mucho daño. Parecía que nada salía, que me había mirado un tuerto, todo muy cruel y no estaba feliz, y eso es lo más importante, por encima de cualquier otra cosa. No puede ser que falles un corte y sientas casi que te quieres morir… Al final esto es un trabajo».

La conversación con Miguel Ángel Jiménez en Austria. «Recuperé las energías después de Indonesia y fui con todo a Austria. Allí tampoco pasé el corte, pero ya me estaba encontrando mejor. Además, mantuve una conversación con Miguel, que fue quien me consiguió la invitación, muy buena. Me sirvió, aunque la desconfianza seguía ahí. Hay que dejar el resultado al margen y tratar de que el error no te afecte».

El rompecabezas vuelve a encajar poco a poco. Sólo faltaba la parte técnica y algo encontró en los segundos nueve hoyos de Samui el pasado jueves. «Empecé fatal la ronda. Iba +7 en nueve hoyos, lo que unido a lo de Austria era como +18 en 27 hoyos. No podía ser, no tenía sentido. Me paré, pensé y me di cuenta de que se me había olvidado empalar a la bola. Estaba muy pendiente de otras cosas y, al final, había dejado a un lado lo más importante. Así que empecé a reventar a la bola, igual que el año pasado y conseguí tres bajo par fácil. Habrá malos golpes y errores, pero los buenos golpes serán mejores y los malos, al menos estaré más cerca. Creo que esto puede ser un punto de inflexión, así es donde está la clave. El otro día, además, estuve 15 minutos con Kiko Luna y me siento muy bien, muy a gusto y con muchas ganas esta semana».

Un viaje que demuestra que el guerrero está de vuelta. «Desde el lunes de la semana pasada hasta este lunes me he metido entre pecho y espalda más de 40 horas de avión, mucho más si unes esperas, desplazamientos, escalas… No ha sido algo previsto. Primero fue el viaje de Austria a Samui, y después el viernes tuvimos que salir de vuelta a España por un problema personal, que ya está solucionado, y ayer llegué de nuevo a Kuala Lumpur. Han sido tres viajes de once horas, tres de dos horas y media y otro más de una hora. Casi dos días en una semana subido a un avión, pero me encuentro muy bien mental y físicamente y por eso lo he hecho. Además, el Madrid-Kuala Lumpur se me ha hecho corto, así que a por todas».

Colomo ocupa ahora mismo el puesto 97º en la Orden de Mérito del Asian Tour tras haber disputado siete torneos. En Europa sólo ha pasado un corte en cinco pruebas. No obstante, estos números, aunque parezcan una losa, no tienen mucha importancia si el cacereño recupera sus mejores sensaciones. Ya ha demostrado lo bueno que es y ahora quiere reventarla de nuevo. Una magnífica noticia para el golf español.