David Puig (-8) suma y sigue. El golfista español ha firmado un vuelta de golf colosal en su estreno en el Shinhan Donghae Open, torneo del Asian Tour que se disputa en el Ocean course de Corea del Sur. Mucho viaje, muchos kilómetros, mucho pasaporte sellado, pero el mismo nivel de juego. Se coloca líder en solitario con un golpe de ventaja sobre el australiano Anthony Quayle y el tailandés Phachara Khongwatmai.
Puig ha cimentado su fabulosa tarjeta de 64 golpes en un inicio excepcional. Arrancó con dos birdies en los hoyos 1 y 2, descansó en el 3 con un par y enlazó después otros cuatro birdies consecutivos del 4 al 7. Es decir, seis bajo par en los primeros siete hoyos y la luz roja de vueltón a la vista encendida en Corea. Firmó dos birdies más en los hoyos 10 y 13 y ahí se detuvo su producción. Le costó un poco acabar la ronda, más allá del resultado.
De hecho, en los primeros nueve hoyos el jugador de La Garriga se mostró intratable. Más allá de los birdies, sus números fueron sensacionales. Cazó todos los greenes, apenas se le escaparon dos calles y resolvió cuatro greenes a un putt. Los otros dos birdies llegaron en dos pares 5 que cogió green de dos. Un festival de luz y de color.
En los segundos nueve empezó también muy entonado, cazando cinco de los primeros seis greenes, pero sí terminó sufriendo, obligado a recuperar en el 16, 17 y 18 para sacar el par adelante. Tampoco es mala cosa, ya que ha demostrado que todas las parcelas del juego están a punto, desde el juego largo hasta el corto en los hoyos finales. De los cuatro pares cinco del campo surcoreano, Puig ha cazado tres de dos, lo que significa que ha estado poderoso y brillante de tee a green.
David se está acostumbrando a entregar vueltones aquí y allá en las últimas semanas. En Escocia hace dos semanas firmó un 66 y un 64 en las dos primeras jornadas, en Londres también cayó un 66 y en el LIV Golf de Greenbrier hizo un 63 en la primera ronda. El objetivo de Puig ahora es mantenerse ahí los cuatro días, lo único que le ha faltado para levantar ya su primer trofeo. En cualquier caso, como él siempre dice, si no se puede esta semana, se intentará en la próxima, y ahí está, ya sea en Estados Unidos, Valderrama, Londres, Escocia o Corea. Donde toque.
