Seis torneos faltan para que termine la temporada regular del Challenge Tour antes de la gran final de la Road to Mallorca y la presión empieza a aflorar para quienes han dejado los deberes para final de curso. Hay que tirar de nervios de acero en estos momentos en los que están en juego objetivos dispares: el ascenso al DP World Tour o la permanencia en la categoría. Y en éstas aparece esta semana en el calendario el Indoor Golf Club Challenge, segunda parada consecutiva en Suecia aunque parece que en condiciones meteorológicas más benignas que la semana pasada, cuando el Dormy Open hubo de reducirse a tres rondas por las incesantes lluvias que empantanaron el campo.
Allí se coronó por primera vez en la segunda división del Circuito Europeo el sudafricano Jacques Kruyswijk, que se llevó el gato al agua en una batalla corta y tensa en la que sólo se jugaron los últimos hoyos para concluir la ronda final. Iván Cantero fue segundo y Manu Elvira, sexto.
En el Landeryds Golfklubb de Vesterby (par 71) hay que jugar muy bien al golf en todas las parcelas, aunque con especial atención al juego corto porque los greenes son de cristal, auténticas piedras, tapetes velocísimos que obligan a dejar la bola cerca de la cazoleta para sumar birdies, y encima suelen tener escapatorias por los cuatro lados y los approaches desde las escapatorias son terroríficos, a 20-25 metros y con las banderas en alto. Los primeros nueve hoyos deberían ser generosos porque unas buenas salidas permiten tener en las manos el blaster, pero en los nueve segundos puede haber más de un drama: el hoyo 12, por ejemplo, es un par 5 con mucho peligro desde el tee porque hay fuera de límites tanto a la derecha como a la izquierda; asimismo, hay que vigilar los pares 3 porque, pese a que algunos son muy cortos, como el 17, el green está tan duro que es muy difícil dejarla cerca, y encima hay agua por delante y por detrás, mientras que en el 11, otro par 3, o clavas el palo o las pasarás canutas para el par.
Trece de los viajeros del vagón VIP (top 20 de la Road to Mallorca) están presentes en Vesterby: Coussaud, Manassero, Scalise, Blomme, Pavan, Manley, Svensson, Cantero, Chesters, Walker, Follett-Smith, Enefer y Rutherford; los otros siete, Jarvis, Alex Fitzpatrick, Manu Elvira, Stone, Bairstow, Senekal y Prinsloo, han optado por descansar. El asturiano Cantero obtuvo su segundo top 10 en sus últimas tres citas en el Dormy Open para escalar al duodécimo puesto en la Road to Mallorca. Ahora espera no sólo consolidar su lugar dentro de los 200 primeros sino incrustarse con los 10 mejores del año. El jugador de 27 años quiere apretar en este final después de dos segundos puestos este año, además de otros cuatro top ten, y sólo le falta una victoria para sellar una sobresaliente campaña.
Acostumbrada la Armada a competir en el Challenge con más de una decena de soldados, en esta ocasión el número se reduce a nueve. Amén del mencionado Cantero, juegan en Suecia David Borda, Lucas Vacarisas, Carlos Pigem, Eduard Rousaud, Álvaro Quirós, Emilio Cuartero, Javier Sainz y Pep Anglés. Es la segunda edición de este torneo tras la disputado en 2022, aunque el campo era otro, el Allerum Golfklubb de Helsinborg. Entonces ganó el sueco Mikael Lindberg, en tres rondas al no poder jugarse una por mal tiempo, y precisamente Cantero fue el mejor de los nuestros (27º).
Habrá, por tanto, que controlar los nervios y atinar con los hierros para salir vivos de unos greenes que dan miedo, igual que atemoriza no haber cumplido con las tareas a tiempo y ponerse a hincar codos a última hora…
