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Cómo, cuándo y por qué le cambió la mirada a Pep Anglés

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Edu Ramos, junto a Pep Anglés en el Le Vaudreuil Challenge.

Se cumple más o menos un año desde que llegó a la mesa de Edu Ramos Viñolas una nueva oferta laboral. En ese momento, él trabajaba en una empresa de gestión deportiva, con su vida muy hecha y relativamente cómoda. Había que echar muchas horas, cómo no, pero tenía las tareas razonablemente controladas.

El nuevo escenario que se le abría por delante era muy diferente, bastante más inquietante, por qué no, pero al mismo tiempo muy atractivo. Delante de él se había sentado su buen amigo Pep Anglés y le ofrecía la posibilidad de ser su caddie a tiempo completo. «Me hizo pensar mucho. Lo primero que quería tener muy claro es si realmente me sentía capaz de ayudar a Pep, de si le podía venir bien mi presencia a su lado», explica a Ten Golf.

Se dio un tiempo para darle vueltas a la cabeza. Edu es un muy buen jugador amateur de hándicap 2 y está acostumbrado a moverse en los ambientes del deporte de alta competición. No en vano, su hermano es el tenista Albert Ramos Viñolas, que llegó a ser Número 17 del ranking de la ATP. Se puede decir que ha mamado de primera mano los problemas y las ventajas de una vida de un deportista de élite. Por eso mismo, no se quería precipitar, aunque al mismo tiempo sentía que podía ayudar a su amigo.

Finalmente se decidió y aceptó la propuesta con un acuerdo tácito con Anglés en tres puntos: «El primero es que tenía que aprender a contrarreloj toda la parte técnica del caddie, todo aquello que necesita un jugador durante un torneo en todos los aspectos; el segundo es que le iba a decir a Pep siempre la verdad, aunque fuera incómoda y desagradable en algunos momentos y el tercero es que iba a hacer todo lo posible por evitarle problemas. Mi gran objetivo desde el primer minuto ha sido buscar todo lo necesario para que disfrute de lo que hace, para que sea feliz. He vivido la máxima competición en casa y he visto a muchos deportistas perder la felicidad. Creo que eso es lo peor», apunta.

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Edu conoce muy bien a Anglés y tuvo claro muy pronto los cambios que había que poner en marcha para darle un nuevo impulso a su carrera. «Pep es una persona muy trabajadora y muy metódica. Para muchas cosas eso es algo muy bueno, pero también tiene su parte mala. Yo creo que necesitaba soltarse, saber que tenía derecho a equivocarse», afirma. Es decir, exigirse sin agobiarse más de lo debido.

«Estoy convencido de que no va a ser un año malo y que vamos a conseguir el objetivo marcado de lograr la tarjeta del European Tour acabando entre los 20 primeros de la Road to Mallorca»

En cuanto empezó la temporada 2019 se ponen de acuerdo en que hay que afrontar algunos cambios importantes tanto desde punto de vista técnico, como mental y metódico. Aquí entran en escena nuevos protagonistas. «Hablé con Miguel Ángel Duque, un gran entrenador. Llegamos a la conclusión de que no podía seguir jugando de la misma manera. Tenía muchos altibajos. Pegaba golpes muy buenos y después otros no tanto. Su swing no le permitía repetir, no le favorecía. El trabajo con Duque ha sido muy bueno y de su mano llegó también Joseba del Carmen, coach mental de Jon Rahm, entre otros. Le vino muy bien. Pronto empezó a funcionar todo mejor y más allá de los resultados ambos teníamos la sensación de que se estaban haciendo las cosas como tocaba hacerlas», señala.

En todo este equipo hay una figura que también es fundamental. Lo cuenta Edu: «Su padre es muy importante. Es la razón por la que Pep juega al golf y también desempeña un papel clave en todo esto. Yo estoy en permanente contacto con él», afirma.

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Anglés ha jugado tres torneos en 2020, la gira de Sudáfrica, y su balance es de dos cortes pasados y un valioso undécimo puesto en el Dimension Data Pro Am, con cuatro vueltas por debajo del par. Este dato tiene aún más valor si tenemos en cuenta que se jugó entre campos diferentes. Edu asegura que el balance es muy positivo y un fiel reflejo de todo lo bueno que está por llegar. «Estoy convencido de que no va a ser un año malo y que vamos a conseguir el objetivo marcado de lograr la tarjeta del European Tour acabando entre los 20 primeros de la Road to Mallorca. Le veo una mirada diferente a cuando empezamos. Tiene más confianza en sí mismo. Hace tiempo él se decía que no se veía capaz, pero ahora es distinto. Hemos dado un paso atrás para ir hacia adelante y ahora tenemos mucha ilusión», afirma sin titubeos.

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Ahora es momento para hacer una segunda pretemporada y ajustar nuevas cosas hasta que se retome la temporada del Challenge en mayo. «Estoy con Pep en el día a día y tenemos tiempo por delante para seguir trabajando y volver más sólido y aún más confiado. El próximo torneo será Valderrama, el Estrella Damm Andalucía Masters, donde él siempre se ha sentido muy a gusto».