Qué domingo. El final soñado. Si a cualquiera del Challenge Tour le dicen antes de arrancar el torneo que el partido estelar de la última jornada lo iban a protagonizar Rasmus Neergaard-Petersen (-22) y Ángel Ayora (-21) lo habría firmado sin dudar. Duelo por la victoria y por la Road to Mallorca. Poco más se puede pedir.
No se puede saber el futuro, pero parece la primera gran batalla entre dos jugadores que apuntan muy alto en este deporte y que todo apunta se van a ver las caras en numerosos enfrentamientos en los próximos años.
En el día del movimiento, el danés ha puesto todas las cartas sobre la mesa, igualando el récord del campo que hace sólo dos días registraba el propio Ayora. Vuelta de 62 golpes para un total de 22 bajo par. Diez birdies sin fallo y sin atisbo de duda o cansancio después de un año que está siendo muy largo. Está jugando su torneo número 33 de la temporada.
Rasmus no se conforma. Ganar tres veces en el Challenge en una misma temporada y sacarse también la tarjeta del DP World Tour a través de la Race to Dubai no es suficiente. Quiere el ranking y, de paso, la cuarta.
A sus 26 años y en su primera temporada completa en el circuito, el danés tiene a tiro algo que no sucede en la historia del Challenge Tour desde que Warren Bennett ganara cinco veces en 1998. Ningún jugador en este siglo ha hecho póker de triunfos en una sola temporada y el jugador formado en Oklahoma State lo ha puesto a tiro.
Eso sí, enfrente está Ángel Ayora y no se lo va a poner nada fácil. El marbellí de 20 años ha firmado una tarjeta de 68 golpes. No ha sido un mal día, pero Alcanada castiga los errores y un mal tramo entre el hoyo 5 y 9, con tres bogeys incluidos, sumado a la exhibición del danés, le ha impedido acabar líder por tercera jornada consecutiva. Hay que dar mucho credito a los segundos nueve hoyos del andaluz, que ha sabido arañar cuatro golpes al campo y demostrar que no se rinde fácilmente. Hay que tumbarle.
Se podría decir que en los últimos ocho hoyos se ha vivido un aperitivo de lo que se viene este domingo. Tú golpeas, yo golpeo. El danés iba firmando un birdie tras otro y Ángel respondía en el partido de detrás de manera asombrosa. Cinco birdies de Rasmus, con un recital antológico en los greenes, embocando desde todas las esquinas, y cuatro de Ángel. El jugador nacido en Niva buscaba noquear al español, pero éste se revolvía y devolvía los impactos con un golpazo tras otro. Rasmus salía a cinco golpes del líder y le ha dado la vuelta a la tortilla. Parte con uno de ventaja respecto al español. Pero mañana será otra historia.
Más allá de la pelea por el torneo está el enfrentamiento por la Road to Mallorca. Las cuentas están claras. Ángel necesita ganar el torneo y que Kristoffer Reitan (-19) se cuele en la fiesta y adelante el danés. De otro modo, Rasmus será el campeón anual del Challenge Tour.
No descarten de la pelea al noruego. En esta tercera jornada también ha dado su particular golpe sobre la mesa. Llegaba 36º en la Road to Mallorca y necesita al menos un cuarto puesto para meterse entre los 22 mejores. Ha puesto mucha tierra de por medio y saca nueve golpes a los quintos clasificados. En golf no se puede dar nada por hecho, pero Reitan parece que tiene el gran objetivo en la mano. Su amigo Ayora necesita mañana su ayuda. Esto no es ciclismo y no hay labor de equipo, pero seguro que a Reitan le hace más ilusión ver a Ángel coronarse, no en vano trabajan muchas veces juntos, que a Neergaard-Petersen.
Espadas en todo lo alto. A partir de las 12:05 de este domingo en Alcanada, disfruten. Cita de altura. Rasmus Neergaard-Petersen y Ángel Ayora van a deleitar con la primera de las muchas batallas a las que apuntan.