Nueva Zelanda parece dispuesta a salir del letargo golfístico en el que estaba sumida en los últimos años. Concretamente, el país oceánico llevaba prácticamente en barbecho desde aquel año 2005 mágico de Michael Campbell, un bravo atleta maorí que asombró a todos adjudicándose en la misma temporada el US Open y el HSBC World Match Play. Campbell pareció entonces que activaría una era de júbilo en el golf neocelandés, pero la realidad es que poco a poco se ha ido diluyendo en los últimos diez años sin lograr ninguna otra conquista de renombre y desapareciendo finalmente de la escena principal.
En este periodo de sequía no ha habido mucho que llevarse a la boca en cuanto a grandes circuitos: la victoria de Mark Brown en el Johnnie Walker Championship 2008, la de Danny Lee, un año después en ese mismo torneo cuando aún era amateur, algún triunfo puntual en los circuitos de Japón y Australasia y pare usted de contar. El kiwi andaba maduro, pasado de fecha.
Sin embargo, todo eso parece haber cambiado en el último año. Ya no hay que acordarse de Campbell, o del gran zurdo Bob Charles (ganador del Open Championship), o de Frank Nobilo, Craig Perks, Grant Waite o Phil Tataurangi para citar ganadores neocelandeses en los grandes circuitos. Nueva Zelanda ha empezado una nueva era y el espolón de proa es Danny Lee. Sus victorias el año pasado en el Web.com Tour, unidas a la de Steven Alker en ese mismo circuito, y sobre todo la conseguida hace tres semanas en el The Greenbrier Classic del PGA Tour han abierto una nueva vía de éxito. Y ya conocen aquello del efecto llamada… Hoy se ha subido al carro del renacer kiwi Ryan Fox.
Fox se ha impuesto de principio a fin en el Le Vaudreuil Golf Challenge de Francia. En su cuarto torneo en el circuito de plata de Europa, este neocelandés, hijo de la leyenda del rugby All Black, Grant Fox, ha vencido con un golpe de ventaja sobre el local Thomas Linard, haciendo birdie en el hoyo 18 y demostrando que las clases de papá para superar la presión han hecho efecto. No ha sido una jornada final fácil, como demuestra que todos los que estaban arriba han jugado sobre el par, incluido Fox, que firmó 73 golpes.
Fox venía de pasar el corte en el Open Championship de St. Andrews y acabar con una tarjeta de 67 golpes al Old course. Además, tiene dos victorias en el circuito de Australasia, una el año pasado y otra conseguida este mismo año. Tiene trayectoria. No parece flor de un día.
Nueva Zelanda encuentra presente y futuro en su golf. Danny Lee sólo tiene 25 años, mientras que Fox ha cumplido 28. El kiwi se vuelve a poner de moda en el golf mundial.
En cuanto a Borja Virto, el navarro ha completado una sólida actuación. Ha terminado con 71 golpes, puesto 24º. Sumará unos buenos euros para afianzarse en el ranking de la Race to Omán, donde recordemos se encuentra ahora mismo en puestos de tarjeta del European Tour (se reparten quince).
