Fulgurante comienzo del Madeira Islands Open. El tiempo, ingobernable en los últimos años por unas razones u otras, ha dado tregua y los profesionales, muy agradecidos, han reventado el recorrido del Clube de Golf Santo da Serra. Como fulgurante ha sido el paso de Antonio Hortal (-9), el líder en solitario. Hasta una tarjeta de 63 había que llegar para encabezar la clasificación…
Y el madrileño comenzaba con bogey. ¿Se avecinaba un mal día en la oficina? Cuatro horas después firmaba su mejor resultado como profesional (entregó en su día un 63 en Lumine, pero ni era un torneo del European Tour ni tampoco le valió para hacer nueve menos), tras lidiar los últimos nueve hoyos con apenas treinta golpes. Hortal tiene mucho más que ofrecer y mostrar que lo que han reflejado sus resultados hasta la fecha en 2015, año en el que no ha conseguido pasar un solo corte en la máxima categoría. La dichosa consistencia… Esta semana ya ha puesto la primera piedra para dar un giro de 180 grados a la temporada y a su vida.
El caso es que a un golpe, en segunda posición, está mejor que bien colocado Nacho Elvira (-8), que había dejado ese resultado en lo más alto en el turno matutino y nunca pareció en peligro… Magnífico el cántabro en todas las parcelas del juego después de una larga fase de la temporada en la que ciertamente había perdido el ritmo, el toque.
Pedro Oriol (-6) completa la fiesta española en tierras lusas, muy bien situado y de nuevo a la carga en busca de un largo final de temporada en el que pueda jugar sin la presión de renovar la carta. Su insistencia, en todo caso, es la mejor muestra de que su evolución sigue en marcha.
Álvaro Velasco (-4), Carlos del Moral (-3) o Carlos Pigem (-3) parecen también dispuestos a unirse a la lucha por el triunfo, aunque el endiablado ritmo de birdies en el campo de momento los haya dejado aparentemente retrasados.
