Agua para España, premio para Italia. Francesco Laporta (-7) ha dado a su país el quinto entorchado del año en el Challenge Tour, donde la Armada aún no se ha estrenado y buscaba en un lugar propicio para los nuestros, el Big Green Egg German Challenge, su primera alegría del curso. Pero no nos acercamos. En cambio, los azzurri sí están teniendo una campaña para enmarcar.
Laporta ha sido esta vez quien ha festejado el triunfo en dos meses mágicos para los italianos desde que a finales de mayo Matteo Manassero ganara en Copenhague, una semana después lo lograra Andrea Pavan, a mitad de junio fue Lorenzo Scalise el protagonista, Manassero repitió al vencer en el Open de su país y este domingo le ha tocado el turno al jugador de 32 años nacido en Castellana Grotte y que suma su tercera corona en el Challenge Tour.
El transalpino sin tener una brillante ronda final al concluir al par, aprovechó el mal día de los colíderes, Gary Boyd (-6) y Ashley Chesters (-6), que compartieron la medalla de plata, empatados con el checo Jiri Zuska y el alemán Dominic Foos, tras calcar su vuelta con dos sobre par. Laporta hizo dos birdies y dos bogeys por los primeros nueve hoyos y luego engarzó nueve pares. Suficiente. A Boyd y a Chesters los condenó a no jugar el desempate sendos errores en la misma bandera, la del 16.
Ningún representante de la Armada terminó en el top ten y ninguno pugnó el domingo por relevar en el palmarés a Ángel Hidalgo y Álex del Rey. Todos jugaron por encima del par estos decisivos 18 hoyos finales. El mejor clasificado, undécimo, fue Javier Sainz (-2), que salpicó su tarjeta con cinco errores por tres aciertos. Vigésimo acabó David Borda (-1) tras otra vuelta de dos sobre par. Peor le fueron las cosas a Víctor Pastor (+4), a quien se le salió la cadena con siete sobre par sin birdie alguno. Manu Elvira (+5) y Eduard Rousaud (+5) zanjaron su concurso en el Wittelsbacher Golf Club de Neuburg an der Donau más allá del puesto 55.
