Qué dura y qué bonita es la final del Challenge Tour. Sin duda, uno de los torneos más emocionantes del año. Pero qué dura es. La tensión es terrorífica y los últimos hoyos se convierten en un calambrazo detrás de otro. Para bien y para mal. Las dos horas de Alex del Rey esperando a que terminara el torneo después de entregar su tarjeta han sido desquiciantes.
Es cierto que él ha puesto mucho de su parte para que sea así después de una semana mala. No ha conseguido entender Alcanada y no ha podido encontrar la manera de hacer brillar su juego. Cuando parecía que las cosas empezaban a salir o podían ir hacia arriba, siempre venía un mazazo. No ha conseguido estar realmente en posición en la mayoría de las ocasiones y así todo se le ha puesto más difícil.
Aún así, en un momento dado, Del Rey estaba dentro de los veinte primeros. Sí, hubo un momento que tenía la tarjeta del DP World Tour metida en el bolsillo. Con su vuelta acabada y los bogeys de John Parry y Bryce Easton en los hoyos 14 y 13, respectivamente, el madrileño estaba dentro, pero todo pendía de un hilo. Emoción brutal.
El sueño es esfumó en el hoyo 18. Parry falló al rough de la derecha la salida, pero pegó un segundo golpe extraordinario. Con un palo corto en la mano, botó la bola corta de green, a unos diez metros de la bandera, pero se fuera acercando hasta dejarla a un metro. Embocó el putt de birdie y laminó las esperanzas de Del Rey. Ya no había nada que hacer.
Minutos más tarde, Easton terminó con birdie en el 17, lo que unido a dos bogeys de Matthew Baldwin, hizo que el sudafricano se metiera también entre los veinte primeros al acabar segundo empatado con Parry en el torneo. Este movimiento dejó fuera a Mateusz Gradecki, que estaba vigésimo en ese instante. Así, finalmente Del Rey ha terminado en el puesto 22º de la Road to Mallorca, exactamente la misma posición en la que acabó el año pasado Ángel Hidalgo y ya sabemos cómo ha terminado la película en 2022, con la tarjeta del DP World Tour en el bolsillo.
Del Rey, para no depender de nadie, tendría que haber terminado el torneo al PAR, el resultado que alcanzó justo después del eagle del hoyo 1 al empezar… Qué cosas.
Sea como fuere, Alex tendrá el año que viene categoría del Tour. Ha conseguido la 18. Podrá jugar de 10 a 15 torneos. Es cierto que está lejos de lo que él pensaba cuando aterrizó en Mallorca, pero poco a poco tendrá que ir viendo la botella medio llena, aunque ahora sea difícil.. Por cierto, aún le queda la final de la Escuela en Infinitum la próxima semana, otra opción para mejorar su categoría a la 17, lo que le permitiría jugar algún torneo más. No todo es negro, aunque la decepción llegando aquí en el puesto 16º es lógica y natural.
