Alex del Rey (+2) ha entregado una tarjeta de 72 golpes en la tercera jornada de Golf Alcanada. «Nada macho, que no consigo ganarle a este campo», confesaba a a la salida del hoyo 18 a uno de sus buenos amigos de Madrid que han aterrizado hoy en Mallorca para tratar de llevarlo en volandas hacia el gran objetivo de la tarjeta del DP World Tour.
Su situación sigue siendo complicada. La carambola letal se mantiene y dormirá esta noche fuera de los 20 primeros. Cierto es que tiene margen, pero ya sólo quedan 18 hoyos. Necesita una buena jornada este domingo o que fallen unos cuantos rivales. Necesita deshacer la carambola en la última jornada.
Para ello primero tiene que encontrar la manera de escapar de la telaraña técnica en la que le ha metido Alcanada. Es un auténtico desafío y, por ahora, no ha sabido cómo superarlo. Les explicamos la encrucijada. Los primeros hoyos del bellísimo recorrido de Alcudia tienden a girar a la izquierda, por lo que Alex se está viendo obligado a pegar golpes muy pronunciados al ‘draw’ (efecto de derecha a izquierda) al inicio de la vuelta, algo a lo que no está acostumbrado y un tipo de golpe en el que no se siente tan cómodo. Sin embargo, los está pegando para jugar los hoyos ‘como se debe’.
El problema que le está generando este comienzo es que después le está costando una barbaridad pegar la bola al fade cuando la necesita y apenas está pudiendo tirar de esa bola más neutra con la que se siente más a gusto. Es casi una partida de ajedrez entre Del Rey y Alcanada y, de momento, la está ganando Alcanada. Un buen ejemplo de todo esto que está en su cabeza es el hoyo 7, un par 5. No ha pegado el drive en ninguna de las tres rondas porque es el primero del día que tiene que pegar, no lo necesita en los seis anteriores, y el fallo más importante está a la izquierda… Como viene de pegar ‘draw’ no termina de soltarse y prefiere asegurar con hierro… El problema es que el viernes y el sábado ha fallado el hierro por la izquierda y ha penalizado.
Del Rey necesita encontrar la solución a este enigma que le plantea Alcanada para poder hacer una vuelta realmente baja y no depender del fallo de los demás. El problema de toda esta batalla técnica es que le está costando un mundo coger calle y desde el rough es muy difícil dejarse opciones de birdie en este campo. La hierba alta penaliza mucho, es bermuda y prácticamente resulta un acertijo saber cómo te va a salir la bola. Tiene que estar en calle, como en el 8, donde ha firmado un birdie de libro. Es la tarea pendiente que debe resolver en las próximas horas.
Mientras tanto, hay que quitarse el sombrero con la garra que derrocha el golfista madrileño. Es una gozada verlo en el campo peleando cada golpe, por difícil que esté la situación. Como en el 9, que salvaba un par antológico tras mandar su salida al área de penalización. Prácticamente, se puede decir que hace las menos que puede, y eso es una virtud fantástica en un golfista. Por eso sigue en la pelea y por eso sigue dependiendo de sí mismo para acabar entre los 20 mejores del DP World Tour. Todo lo que sea acabar bajo par en el total, es decir, hacerse mañana un -3, se lo dejaría casi hecho.
