(Serial para despedir 2019. Nuestros profesionales nos cuentan su peor y mejor momento del año. Del subidón, al tierra trágame. Hay de todo, como en botica).
Carlos Pigem ha regresado al European Tour este año por la puerta grande y poniendo toda la garra y toda la raza del mundo, y un poco más, en el campo de golf. Su temporada no ha sido un camino de rosas, pero consiguió mantener la fe, siguió luchando y acabó logrando sobre la bocina el gran objetivo del año. Una de esas temporadas que curten y hacen más fuerte.
El subidón:
Os cuento un par de cosas que destacaría como lo mejor del año. Una ocurrió dentro del campo de golf y otra fuera, porque os podéis imaginar la cantidad de anécdotas que tenemos después de tanto viaje, tanta cena y tanta convivencia a lo largo de un año.
La cuenta atrás de 2019, en datos de fábula: Dustin Johnson
En lo deportivo no hay ninguna duda. Lo mejor fue en la Final de la Escuela en Lumine. Después de un año 2018 muy complicado y un inicio de 2019 que no fue nada fácil, conseguíamos darle la vuelta a la temporada recuperando los derechos de juegos del European Tour. Fue un subidón. Está clarísimo.
Fuera del campo de golf aún me río cuando recuerdo una cena en China con Santi Tarrío y su novia. El momento fue absolutamente surrealista. Con la carta delante, intentábamos decirle al camarero lo que queríamos comer y fue imposible. No nos entendió. Aquello parecía una película de los Hermanos Marx. Las risas se escucharon en toda China y tenemos algunos vídeos grabados. Al final, desesperado, le tuve que decir al camarero que me trajera lo que quisiera, daba igual, ya sólo quería cenar algo…
Del subidón, al tierra trágame: María Hernández
Tierra trágame:
En cuanto al tierra trágame hay también dos momentos. El primero, muy duro, fue en el segundo torneo de la temporada, el Challenge de España en Izki Golf. Después de once hoyos iba +10. Recuerdo que mi entrenador y mi psicólogo me estaban viendo. Había trabajado muy duro los tres meses anteriores y verme así, con ese marcador, se me hizo todo muy cuesta arriba. Por suerte, logramos darle la vuelta después.
Lo que aprendimos Jon y yo tras el hoyo 11 del THE PLAYERS
El segundo tierra trágame fue en el Foshan Open de China. Estaba luchando por meterme en la gran final del Challenge e iba muy ajustado. En el hoyo 18 pegué una madera 3 y me fui al agua por unos milímetros. Recuerdo que en ese momento me dije “puf, qué duro es este deporte”. Después pegué un gran hierro 3 al búnker, una sacada inhumana y salvé un bogey que me permitió meterme finalmente en Mallorca. Pero fue un momento complicado.
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