¡Tremendo! Qué año hemos vivido. Estoy de vacaciones y es un buen momento para reflexionar y compartir con todos vosotros lo que ha supuesto este fantástico 2019. Hemos tenido muchos buenos momentos y alguno malo también, como ocurre cada año. Miro hacia atrás y descubro que hay algunos instantes clave que han permitido a Jon tener el año que ha tenido. Ha jugado muy bien y ha madurado, no sólo como golfista, sino también como persona. Una buena muestra es su boda a finales de año. Va a ser un esposo espectacular y, cuando llegue el momento, un gran padre. Estoy seguro de ello.
Pero echando la vista atrás a lo que ha ocurrido este año, hay que decir que Jon empezó fenomenal y que enseguida se puso a jugar muy bien. Tuvo algunas opciones de ganar, aunque finalmente no terminaron de encajar todas las piezas, que es lo que necesitas para lograr victorias. En cualquier caso, el principal punto de inflexión de la temporada, y que mucha gente lo vería como algo negativo, fue lo que ocurrió en el hoyo 11 del domingo en el THE PLAYERS Championship. ¿Lo recuerdan? Todo el mundo sabe lo que ocurrió allí. Jon estaba jugando de maravilla y los dos, en equipo, tomamos una mala decisión. No fue culpa suya. No fue culpa mía. Yo dije lo que pensaba, lo que pasaba por mi cabeza, pero Jon al fin y al cabo es el jefe, y no cualquier jefe. En mi opinión es el mejor jugador del mundo. Él tomó una decisión en base a sus sensaciones y pegó el golpe. Y si sembré alguna duda con lo que le dije, ya sabéis, es lo que hay. Ese es mi trabajo. Como caddie tengo que dar un paso adelante y dar mi opinión en determinadas situaciones. Todos sabéis lo que pasó allí y cuál fue el resultado.
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Pero pasamos página. Jon y yo estamos convencidos de que aprendimos mucho de aquel momento. Nos hizo crecer y ser más fuertes como equipo para superar otras situaciones que surgieron durante el año. Cada victoria de Jon desde ese instante, cuatro en total, creo que no habría sido posible si no hubiera ocurrido lo del hoyo 11 del TPC, en Sawgrass, ya que confiamos plenamente el uno en el otro. Sabemos cuándo hay ocasiones en las que él quiere pegar un golpe y cuándo hay momentos en los que yo quizá tengo que decir algo. Él cree en mí y sabe que lo único que busco es lo mejor para él. Hacer las cosas juntos, como equipo, nos ayuda a ganar. Así, ha habido momentos importantes en cada triunfo de Jon. Y muy buenas rondas finales en el US Open y el Open Championship, con una meteorología muy dura. En los torneos pasa de todo y nuestra confianza mutua se va reforzando y, en gran medida, dicha confianza se deriva de las dificultades que surgen a veces en la relación jugador-caddie.
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Esto fue una de las cosas que más me han llamado la atención. Mucha gente puede verlo como algo negativo, pero para mí fue un refuerzo muy positivo y creo que para Jon también, ya que después llegaron cuatro victorias y un 2019 increíblemente consistente, con el triunfo final en la Race to Dubai; y oportunidades de victoria a lo largo de todo el año. Ha sido un 2019 realmente especial. Sé que puede tener años mejores y que los tendrá, pero también tengo claro que 2019 ha sido un gran paso adelante en su carrera. Estoy emocionado sólo de pensar lo que nos espera en el futuro, en 2020 y más allá. Creo que vamos a tener magníficas oportunidades en los Grandes. Ojalá este año nos hagamos con al menos una victoria en los Majors. Si llega, genial, y si no, no pasa nada. No tengo ninguna duda de que en los próximos años Jon va a ganar Grandes. No tiene límites. Es un golfista con un talento increíble y está tocado con una varita. Trabajar para alguien como él es divertidísimo y para mí es muy importante y especial. Esta es mi vigésima temporada como caddie y he ido escalando poco a poco. He estado con un buen jugador tras otro y he conseguido victorias con todos ellos. Después llegó Jon y para mí trabajar con él es algo único. Hay muy pocos golfistas como él en la historia y tener la oportunidad de estar a su lado y formar parte de su equipo es muy especial.
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Esto es lo que os tengo que contar de 2019. Os iré poniendo al día de más cosas durante el próximo año. Me parece una gran idea poder hacerlo en un medio en España y quiero agradecer todo el apoyo de los aficionados españoles. Sé que aprecian a Jon y que lo ven como una superestrella, igual que yo. Y sé que tiene muchas ganas de representar a España en los Juegos Olímpicos de Tokio. En 2020 se le presentan muchas oportunidades de brillar: en los Juegos Olímpicos, la Ryder Cup, los Grandes… Así que, a por todas en 2020, seguiremos en contacto. Os deseo una feliz Navidad y un feliz Año Nuevo, y que 2020 sea un gran año para todos. Gracias.
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