La jornada de tarde del Gran Canaria Lopesan Open ha sido para los golfistas españoles como un baño después de comer para una madre de los años 60. Niño, no, que se te corta la digestión. Pues eso, atragantados y atrancados los nuestros. Sólo Iván Cantero (-3) y Gonzalo Fernández Castaño (-2) se han salvado de una quema que ha colocado a nueve de los once españoles que salieron después del mediodía al borde del abismo. Todos necesitarán mañana jugar bajo par para asegurarse el corte. Y en este todos hay que meter también a Gonzalo y Cantero. En cualquier caso, el 67 de Cantero es su segunda tarjeta más baja tras el 66 que hizo el tercer día del Scadinavian Invitation en 2019.
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La tarde ha sido algo más complicada que la mañana, pero la diferencia no ha sido grande. El viento se ha dejado sentir durante un par de horas, pero a partir de las tres, hora local, ha caído y casi se ha convertido en calma chicha. Obviamente, no puede ser una casualidad que los españoles vespertinos se hayan ‘confabulado’ para no hacer vueltas bajas, ni tampoco cabe la explicación de que todos directamente hayan pegado mal a la bola. Seguramente, el trasfondo de lo que ha ocurrido tiene mucho más de mental que de técnico. No es fácil salir a jugar sabiendo que hay muy buenos resultados en la clasificación y obligado a sacar birdies para estar arriba. Los españoles han pagado el peaje. La ansiedad ha pasado factura. En muchos casos se ha querido hacer el birdie antes de pegar el golpe de salida y estos pensamientos siempre son enemigos funestos del golfista.
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Los que no han sufrido esa indigestión son Max Kieffer (-7) y Robin Roussel (-7), los mejores de la tarde y colíderes del torneo junto a Luiten y Hansen. Honores para Kieffer, que ha sabido rehacerse a las mil maravillas del varapalo que se llevó el pasado domingo tras ceder ante John Catlin después de cinco hoyos de desempate en el Austrian Golf Open. Roussel, por su parte, ha entregado la vuelta más baja de su carrera en el European Tour. Eso ya no se lo quita nadie. Además, los dos tienen la bonita perspectiva de jugar mañana por la mañana, cuando en teoría se esperan mejores resultados. Veremos.
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El corte está situado ahora mismo en -2, prácticamente se puede dar por seguro que llegará a -3 y veremos si no se planta finalmente en -4. Dependerá de cómo sople el viento mañana. En principio, la previsión dice que será un día similar al de hoy, por lo que no hay que descartar el -4. Esto significa que ahora mismo sólo estarían dentro del corte cuatro españoles de los 24 que han empezado el torneo. No decimos ninguna barbaridad si comentamos que hará falta una buena reacción este viernes para ver a los españoles pitar el fin de semana en Meloneras.
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