Pep Anglés (-13) ha firmado hoy una vuelta de 64 golpes, siete menos en el día, y se ha colocado en segunda posición en solitario, a tres golpes del líder, el inspiradísimo alemán Nicolai Von Dellingshausen (-16), que suma ya quince birdies, un eagle y un solo bogey en 36 hoyos. La brava, fructífera y consistente vuelta del barcelonés ha sido algo así como un primer broche a la revancha que la Armada española buscaba en tierras canarias: once españoles han pasado el corte, pero es que además uno de ellos saldrá en el partido estelar del sábado (Anglés, por supuesto), y hay varios más que todavía tienen margen para auparse a los últimos partidos del domingo (García Heredia, Cañi, Sebas…). Queda demostrado que lo raro era lo de la semana pasada en Meloneras. Por tener, hasta tendremos a un amateur el fin de semana, Álvaro Hernández Cabezuela (-5), que hoy ha disfrutado como nunca pasando su primer corte en el circuito europeo.
La crónica de una venganza y un tirón de orejas ‘selfie’
Anglés, por cierto, se ha mostrado muy honesto a la hora de hacer un primer análisis de su vuelta de hoy: buen juego, buenos putts en momentos muy oportunos y esa pizca de suerte para, por ejemplo, fallar por el lado bueno siempre que aparecía el error. Sea como sea, Pep ha abrochado una sobresaliente ronda de golf sin un solo borrón en la tarjeta y, sobre todo, sigue encadenando actuaciones consistentes, más allá del resultado concreto.
Un cuento de hadas de nombre Álvaro Hernández Cabezuela
Hoy ha ocurrido lo que en buena lógica tenía que ocurrir antes o después, pero que parecía que no iba a ocurrir nunca: Garrick Higgo (-9), que arrojaba una acongojante media de 63,6 golpes en sus últimas cinco rondas de competición, y que venía de terminar cuarto en Austria y de ganar en Gran Canaria, ha sufrido un traspié y ‘sólo’ ha sido capaz de entregar una tarjeta de 70 golpes, una por debajo del par en el día. En el tramo final de su vuelta el joven sudafricano fallaba por la derecha la calle del hoyo 15 y, apurando al máximo para llevar la bola a green, erraba ese segundo tiro y su bola era engullida por una palmera. El triple bogey resultante lo devolvía a una dimensión más terrícola, aunque todavía tiene margen de maniobra para etiquetarse de nuevo como gran favorito.
Rousaud se niega en rotundo a dar de comer a las expectativas
El viento constante y bastante potente por la parte del recorrido más baja, la más cercana al mar llevaba el corte finalmente a -4, algo menos exigente que el de la semana pasada, aunque ambos torneos marchan por sendas muy parecidas y es posible que el ganador de nuevo tenga que irse mas allá de -20, sobre todo si Von Dellingshausen sigue apretando tanto al personal, lo que sin duda está por ver.
Alfredo no descarta, a su manera, recoger el testigo de Jiménez
Lo de la Armada, repitámoslo, ha sido un primer broche, a pesar de los grandes nombres que se han quedado por el camino (Campillo, Fernández Castaño, Quirós, e incluso el joven Alex del Rey). Un hito en el camino, una encrucijada bien resuelta, pero a una revancha como es debido aún le quedan etapas que quemar, broches que prender.
