Hace apenas 10 días, Jordi García Pinto tomó la decisión más difícil para un golfista profesional: colgar los palos. Con apenas 27 años de edad, el gerundense apostó por dar un giro de 180 grados a su vida y enfocarla a la abogacía, como confesó en Ten-Golf, dejando a un lado su carrera deportiva.
Después de casi tres años sin disfrutar del juego y llegando incluso a sentir «frustración y aburrimiento», creyó que lo mejor era poner fin a esta etapa en la competición. Su clasificación en la Road to Omán, que le dejaba sin opciones de disputar los últimos torneos del Challenge Tour, también influyó, lógicamente.
Jordi, que jugó el Challenge de España en Izki, pretendía despedirse disputando el Andalucía Valderrama Masters, pero se quedó fuera de la lista de participantes. Algo que, sin duda, precipitó su decisión final. Sin embargo, la vida y el golf le han brindado una inesperada bola extra.
Ayer, a la finalización del Open de Italia, su nombre se coló en la ‘entry list’ del torneo. De hecho, a esta hora, es el último jugador en acceder a la prueba que arranca este jueves en el mítico campo de Sotogrande. Accede a través de la categoría 21, de jugadores que finalizaron entre los puestos 32 y 46 de la Road to Omán de 2016, al igual que el también español Álvaro Velasco.
Un guiño del destino que Jordi intentará aprovechar y disfrutar al máximo. El gerundense tendrá por tanto la oportunidad de despedirse del golf en su país, ante su público, y en un gran torneo del European Tour. Justo lo que quería…
