Brandon Stone (-14) ha ganado con 22 añitos el Open de Sudáfrica, su país, que una vez más mira hacia el futuro de su golf con absoluta placidez. Los relevos están asegurados. Las nuevas hornadas vienen pisando fuerte. Por si quedara alguna duda al respecto, otro sudafricano de 21 años, Christiaan Bezuidenhout (-12), finalizaba en segunda posición en solitario. Cosas que pasan cuando entre otras cosas se tiene un circuito nacional de la profundidad y el peso del Sunshine Tour…
El joven Brandon pertenece a la tercera generación de los Stone golfistas. Su padre, Kevin, fue jugador del Sunshine Tour y actualmente es el entrenador y responsable del equipo junior amateur sudafricano. Pero es que su abuelo, Sam, también se dedicó al golf. El flamante ganador en el Glendower Golf Club es, así pues, y llevado al deporte de los catorce palos en Sudáfrica, de los Stone de toda la vida. Que él debía ser el mejor de todos ellos era algo que se sabía, más que se intuía, desde hace tiempo, vista su proyección como amateur y universitario en Estados Unidos (Universidad de Texas), pero nunca está de más confirmarlo con un triunfo de relumbrón.
Si retorcemos un poco la metáfora, también es un Stone de los de toda la vida porque le va la marcha. Para entenderlo, no hay más que acordarse de todo lo que le tocó sufrir el último día de la Final del Challenge Tour, en Omán, retorciéndose de pura incertidumbre en el green del 18 y esperando hasta el último putt del último partido por ver si se metía entre los 15 primeros del ranking, algo que finalmente sucedió.
Para entenderlo, en fin, no hay más que ver cómo se ha movido en esta última y larga jornada de golf. Puro rock and roll. De entrada, bien prontito, se aupaba hasta el liderato firmando tres birdies en el tercio final de su tercera ronda, que debió rematarse esta mañana por culpa de las sucesivas suspensiones. Después, arrancaba todavía como un tiro la cuarta y definitiva vuelta, con sendos birdies en los primeros hoyos. Y luego…
Luego lo tiraba todo por la borda, aparentemente, firmando seis bogeys en siete hoyos, los que van del 5 al 11 del bello recorrido de Ekurhuleni. En ese tramo, de hecho, sumaba casi el mismo número de bogeys (6) que en las tres rondas anteriores (7). La presión había podido con él y veremos a ver si baja hoy de 80, ya le llegará su momento, concluíamos la mayoría…
Sin embargo, Stone regresó. Y de qué modo: un tirazo en el 12 suponía el banderazo de salida a un potente parcial de cuatro birdies en cinco hoyos que ya serían suficientes para ganar. Es un fantástico jugador y muchos de sus compañeros, con la debida precaución, ven en él un futuro ganador de Grandes. En este sentido, la foto final del evento, con Brandon abrazado a Ernie Els, mentor del joven jugador y gran amigo de su familia, ha sido el broche redondo.
Jorge Campillo (-6), por su parte, ha finalizado con su mejor vuelta de la semana y a las puertas del top-ten del torneo. Un buen resultado, sobre todo si tenemos en cuenta que no ha cogido ni la mitad de las calles (25/56) en un campo a la vieja usanza que penaliza una barbaridad esta flaqueza. Arranca el año con buen pie… El año que puede y debe confirmar su ascenso lento pero seguro en el escalafón mundial.
