Sean Crocker (-15) se mantiene en lo más alto de la clasificación del Hero Open, líder en solitario, una vez finalizada la segunda jornada. El estadounidense, no vaya a creerse nadie, ha tenido que firmar una tarjeta de 66 golpes para conseguirlo. No queda otra en el recorrido del Fairmont St. Andrews, donde ya se demostró en años anteriores que hay que arrojar una media de cinco o seis menos por vuelta para aspirar al triunfo. Salvo que el viento se ponga serio de verdad, claro. Mañana sábado, por cierto, puede soplar con algo más de fuerza, alcanzando picos que superarán los 30 kilómetros por hora.
El corte, de hecho, se ha ido hasta -6 y cogía con el pie cambiado a buena parte de la Armada española, puesto que Pedro Oriol (-5), Carlos Pigem (-5), Ángel Hidalgo (-4), Nacho Elvira (-4), Pep Anglés (-4) y Eduardo de la Riva (-3) se han quedado fuera.
Álvaro Quirós (-7) sí será de la partida el sábado, aunque la remontada hasta las primeras posiciones le exigiría algo así como dos rondas en torno a los 64 golpes. Mucho mejor situados están Jorge Campillo (-12), autor de una de las mejores vueltas del día (65 golpes), y sobre todo Adrián Otaegui (-13), a sólo dos golpes de la cabeza después de entregar un 67. Recordemos una vez más que el vasco ya ganaba en este campo hace dos años, tras un intenso duelo final con Matt Wallace.
La vuelta de Campillo, por su parte, es de esas que se dan muy poquitas veces en la carrera de un jugador. El extremeño ha firmado hasta nueve birdies y sólo ha tenido que embocar un putt de poco más de tres metros para obtenerlos. Es más, cinco de esos nueve birdies se los ha dejado literalmente dados, aprovechando muy bien los dos pares 5 de la primera mitad del recorrido, donde llevaba la bola de dos a green, y también los pares 4 cortos del campo. Además, otros dos birdies más los ha firmado pateando desde menos de dos metros y otro más desde ocho pies, algo menos de dos metros y medio. Lo dicho, sólo en una ocasión embocaba desde poco más allá de los tres metros, y fue en el hoyo 17, par 3, donde pegaba un soberbio hierro 5 desde el tee, por cierto.
Hay que anotar que ha habido hasta cuatro resultados mejores que el del español. Alguno de ellos, muchísimo mejores. El 61 de Wilco Nienaber (-12), once menos en el día, y otro 61 más de Ewen Ferguson (-10), sin ir más lejos. A toro pasado se da uno cuenta que el escocés necesitaba hacer siete menos, como mínimo, para pasar el corte, tras su pobre 73 del jueves, y va el tipo y hace once. Bendito golf. Tampoco pueden dejarse en el tintero el 63 del estadounidense Aman Gupta y el 64 de Scott Jamieson.
Todos ellos, qué duda cabe, han jugado un golf sublime. Sin embargo, en sus vueltas se dan los rasgos habituales, y hasta propios y naturales de un registro de tal calibre, en el que suelen unirse un juego de tee a green espléndido y una gran capacidad de conversión en los greenes desde corta, media y larga distancia. Así, Nienaber sumaba siete birdies y dos eagles, pero embocaba hasta cuatro putts desde distancias que iban de los tres a los seis metros, además de enchufar otras dos más desde fuera de green y desde más allá de diez metros. Con Ferguson, más de lo mismo: hasta en cinco ocasiones embocaba desde más allá de los tres metros, exactamente igual que Gupta. Jamieson, por su parte, sumaba ocho birdies y enchufaba un putt de más de doce metros, otro de más de ocho, otro de más de seis, uno más de tres metros…
A bote pronto, tiene uno la tentación de concluir que el clinic de Jorge Campillo de tee a green ha sido de una clase sensiblemente superior al de todos estos jugadores, puesto que él no ha ‘necesitado’ un putter asesino para jugar muy bajo. Es más, lo cierto es que se ha dejado muy buenas opciones por el camino, varias de ellas desde distancia que iban de los dos a los tres metros. Nienaber, Ferguson, Gupta y Jamieson también se han procurado buenas opciones desde distancias cortas que han convertido, pero ninguno de ellos, ni por asomo, se ha dejado cinco birdies dados.
¿Quién de ellos ha jugado hoy mejor al golf? “La verdad es que yo tampoco tengo la sensación de haber jugado increíble, aunque es cierto que luego te pones a mirar y he hecho hasta cinco birdies que estaban dados, jugando muy bien esos hoyos. Tampoco tengo la sensación de haber pateado mal, la verdad, en otras opciones que he tenido y no han entrado”, explica Campillo a Tengolf, añadiendo además un nombre más al debate, el de David Law, que iba jugando en el mismo partido que el español y que sumaba hasta diez birdies, embocando hasta ocho putt desde distancias que iban de los tres a los diez metros de distancia. “Ha sido ‘heavy’ cómo ha pateado Law”, concluía.
Repitamos la pregunta: ¿quién de todos ellos ha jugado mejor al golf? Si le formuláramos la cuestión a Jack Nicklaus, por ejemplo, o al ya desaparecido Arnold Palmer, es muy probable que, a la gallega, nos respondieran con otra pregunta: “¿quién ha hecho menos?”.
