Jorge Campillo (-3) se ha quedado muy cerca de la cabeza después de su segunda vuelta en el Trofeo Hassan II con una tarjeta de 69 golpes, toda una pequeña hazaña en el Red course del Royal Golf Dar Es Salam, en donde se cuentan con los dedos de las manos los registros por debajo de 70 golpes. El francés Gregory Havret (-6) es el líder, a pesar de finalizar su vuelta con bogeys en los hoyos 17 y 18. Esta semana no se puede dar nada por hecho hasta que no estás en la ducha del hotel…
La base del éxito de Campillo ha estado, por supuesto, en el rendimiento desde el tee. Sólo ha fallado una calle. Pero hoy, además, el extremeño ha producido un golpe majestuoso que le ha dado a la vuelta un empujón decisivo. En el hoyo 5, el 14 de su vuelta, después de pegar un gran drive (el primero y único que le pisaba a Lucas Bjerregaard en 36 hoyos), se sacaba de la manga una madera 3 imperial desde 275 yardas (251 metros) y la bola se quedaba a unos escasos cinco centímetros de entrar en el hoyo. Un amago de albatros puro y duro y, de todos modos, un eagle dado, lo que no pasa tantas veces en la vida.
Hay motivos sobrados para seguir pensando que el año 2017 debe ser el del estreno de Campillo como ganador en el circuito europeo. Él se lo toma con filosofía y humor (VER VÍDEO): «Sergio ha tardado 19 años en ganar un Grande e igual tardo yo otros 19 en ganar un torneo del circuito… Aunque, claro, Sergio ha juega muchos menos grandes que torneos del circuito europeo juego yo».
Adrián Otaegui (-1) también está metido en la pelea, a cinco golpes de la cabeza. Sin prisas. Este es el lema que se ha puesto el joven vasco esta semana. Y lo cierto es que se está metiendo en muy pocos líos, así que no ha llegado casi a sufrir esa sensación de agobio o claustrofobia que puede llegar a provocar este campo.
El turno matutino de juego ha dejado otra excelente noticia para el golf español, y es que Alejandro Cañizares (+2) ha pasado el corte con relativa tranquilidad (sólo relativa…) después de más de dos meses de obligada ausencia de la competición por lesión. El jueves embocaba para birdie hasta dos veces desde fuera del green y, en general, se marchaba más que satisfecho. Hoy ha ido más apretado y, de hecho, finalizaba la ronda con 15 pares y tres bogeys. Una jornada áspera, pero satisfactoria.
