Jorge Campillo (-8) le tiene ganas a Wentworth. Hace ya tiempo, no crean que es algo nuevo. El campo londinense ha sido especialmente esquivo con el extremeño en el pasado. Cuatro cortes seguidos fallados antes de 2022, apenas dos vueltas por debajo de 70 golpes y sólo cuatro fines de semana completados en diez presencias. El bagaje es pobre y mucho más para un golfista de la talla de Campillo.
Y no había una causa concreta. Jorge no es jugador maniático o supersticioso. Rara vez lo escucharán decir: «este campo no me va». Más bien al contrario. Se cuentan con los dedos de una mano las veces que Campillo se ha podido sentir realmente superado por un recorrido. Al revés, Wentworth le gusta y, de nuevo, le tiene ganas. Quiere firmar una gran actuación aquí. Hoy, al menos, se ha quitado la primera espina.
Ha entregado una gran tarjeta de 66 golpes, la mejor de su carrera en el West Course londinense, y se ha metido en los puestos de arriba. Concretamente, se ha dado una oportunidad para el domingo. No lo tendrá fácil, ya que de momento los líderes, Soren Kjeldsen y Viktor Hovland, están en -12. Queda un largo camino de 18 hoyos, pero hay una rendija.
Campillo ha desplegado un gran golf este sábado. Ha estado sólido de tee a green y ha pateado muy bien. Empezaba con un putt de par corto fallado en el hoyo 15. Es lo primero que ha hecho hoy en cuanto se ha reanudado el juego. En su descargo hay que decir que aunque sólo tenía un metro y pico era cuesta abajo y puñetero. Desde ahí, su parcial ha sido de siete menos. Magnífica carga.
Mandan Hovland, uno de los grandes favoritos para dar brillo a una temporada que se movía discretamente en los últimos meses, y Kjeldsen, otro de los incombustibles. Cualquiera diría que las condiciones eran las opuestas a lo que le viene bien al danés, pero se ha adaptado de maravilla a un campo pesado y largo y receptivo.
A un golpe de ambos está Thomas Detry (-11). Ojo con el belga porque tiene la temporada hecha. Logró la tarjeta del PGA Tour a través de las finales del Korn Ferry Tour y se ha quitado un gran peso de encima. Ese swing catedralicio sin lastre en los hombros puede darse un lujazo en cualquier momento. También está arriba Francesco Molinari (-10), un sospechoso habitual en Wentworth, su casa durante muchos años. Este bien, mal o regular, siempre se las arregla para hacer un buen resultado.
En cuanto al resto de españoles, Jon Rahm (-6) ha conseguido reaccionar este sábado con un buena vuelta, pero anda lejos, y el resto de la mañana se ha quedado fuera del corte: Cañizares, Tarrio, Sebastián García, Arnaus y Sergio García, que se retiró antes de empezar la segunda jornada.
