Lee Westwood (-19) ha ganado el Abu Dhabi HSBC Championship, primer torneo de las Rolex Series del año 2020, con una ventaja de dos golpes sobre Tommy Fleetwood (-17), de nuevo uno de los grandes animadores de una jornada dominical, Mathew Fitzpatrick (-17) y Victor Perez, que al igual que Fleetwood firmaba un portentoso 63 para poner a prueba el vértigo del ganador.
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Pero Westwood, que salía de líder en la ronda definitiva, ha marchado a lo suyo, ajeno a lo que pasaba por delante o dejaba de pasar, buscando el birdie casi en cada hoyo y dejando muy claro desde los primeros escarceos que hoy se había puesto la capa de mármol líquido. Westwood ha mantenido la presión a raya, ha producido muy pronto sus primeros birdies y, sobre todo, en ese tramo delicado y comprometido que siempre aparece, se ha mostrado lúcido y ha tenido la pizca de suerte que siempre hay que tener.
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Cerca de cumplir los 47 años, la mítica sociedad Demoliciones Westwood S. A. se ha dado de alta otra vez y trabaja a pleno rendimiento. Y van unas cuantas a lo largo de 26 temporadas consecutivas de actividad en el circuito europeo. Sin ir más lejos, y si se permite este ejercicio meta periodístico, es la tercera vez en los tres últimos lustros que Tengolf titula una crónica como hoy, ‘Demoliciones Westwood S. A.’ Nos divierte hacerlo, es cierto, pero además nos parece sumamente descriptivo. Porque Lee no es un rayo, un trueno ni un tornado; sino pura y eficiente maquinaria pesada en armonioso movimiento.
El golf inglés vuelve a triunfar en Abu Dhabi (suma ya aquí seis victorias) y en la Gira del Desierto, donde vuelve a mostrar la matrícula a la Armada española, segunda gran potencia histórica en este tramo del calendario. Hoy tenía balas para aburrir: si Westwood no hubiera sido capaz de rematar la faena, bien pudiera haberlo hecho Fitzpatrick, o si no, un Fleetwood que de nuevo venía como caballo desbocado en domingo. Qué extraña y maravillosa capacidad la de este hombre, ésta de ponerse a hacer birdies cuando el margen de maniobra del resto es cada vez más reducido.
Sergio rescata un top ten cuajado de cosas positivas
Señalábamos ayer que a Fleetwood podía valerle un 64 para dar la sorpresa. Al final, Demoliciones Westwood mediante, ni siquiera el 63 le ha llegado. Justo el registro que hubiera necesitado Sergio García (-13) para ganar o Rafa Cabrera Bello (-12) para salir a un desempate. Pero todo esto no deja de ser golf ficción, golf de sumas y restas sobre el frío papel y a toro pasado. La realidad es que los españoles se quedaban enseguida muy retrasados ante la avalancha de birdies que llegaba desde todos los flancos, aunque el arranque de Sergio había sido más que prometedor, pues abría con sendos birdies en los hoyos 1 y 2. Un bogey inmediato en el 3 y la respuesta fiable y autoritaria de Westwood por detrás ponían enseguida las cosas en su sitio.
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Tanto al castellonense como al canario les ha faltado un plus de acierto y oportunismo durante todo el fin de semana. Los trenes pasaban, pero ellos no terminaban de subirse a ninguno. Han jugado ambas rondas por debajo del par, pero la exigencia era mayor. Había que estar el sábado y el domingo, incluso, muy por debajo de los setenta golpes. Al menos llegaron hasta la última parrilla de salida, la del domingo, con alguna opción precocinada, así que es de justicia ponerles un notable. En Dubai, sean ellos quienes lleven la voz cantante.
