Alejandro Cañizares firmaba su tarjetón de 64 golpes en el Victoria Golf Club, se hacía a toda prisa la foto con la Jarra de Clarete y salía volando al aeropuerto de Melbourne para coger un avión con rumbo a Sidney. Su vueltón este domingo ha provocado un abrupto y feliz cambio de planes. Su próximo destino no será España, sino Johannesburgo. Al acabar entre los cinco primeros se ha metido en el Alfred Dunhill Championship. Hoy domingo dormirá aún en Australia y mañana partirá hacia Leopard Creek.
Cañi se mostraba muy contento por el resultado. «Ha sido un día muy difícil por el viento, pero he jugado muy bien. Incluso al principio cuando empecé con birdies y bogeys supe recuperar bien. También ha funcionado el putt y hasta me he dejado alguna opción clara, como una de menos de dos metros en el 17. Pero estoy muy contento. Ha habido que esperar mucho este año para tener una alegría así en el campo de golf», afirma a Ten Golf desde su asiento del avión.
Alejando asegura que ha jugado muy bien al golf las dos semanas de Australia. La principal diferencia entre el Australian PGA Championship y el Open de Australia ha estado en el driver. «No me terminaba de encontrar cómodo y fallé algunas que me costaron mucho. También me equivoqué con ciertas distancias con los palos. Esta semana he jugado otro driver que ha ido mucho mejor y he tenido a mi lado al caddie habitual de Scott Hend que me ha ayudado mucho», señala.
Cañizares se marcha feliz de Australia por los resultados, por el juego y porque siempre disfruta cuando le toca jugar por aquellos lares. Vuelve enamorado del Kingston Heath Club y del Victoria Golf Club. «Sin duda se colocan en el top 3 de mi campos favoritos, incluyendo Valderrama. Son preciosos y espectaculares», remata.
